Presente eterno de la Dra. Álvarez Núñez en sala del Hospital Pediátrico

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Sencillo y conmovedor devino, la mañana de este viernes, el acto en el que fue develada una placa y foto
a la entrada de la sala de ortopedia del Hospital Provincial Pediátrico Eliseo Noel” Camaño, como homenaje póstumo a la Dra. Rudbeckia Dulce Amada Álvarez Núñez,
primera mujer cubana graduada en esta especialidad médica en Cuba, en 1965, y que por más de medio siglo ejerciera su profesión en
Matanzas.

De izquierda a derecha los Dres. Roberto Fidel y Godetia Madia, y el ingeniero
Roberto Alejandro, a la entrada de la Sala que se honra con el nombre su progenitora y distinguida
especialista en Ortopedia. Fotos: Ramón Pacheco

Sentidas resultaron las palabras del Dr. C. Enrique Armando Pancorbo Sandoval, al referirse a la carrera
profesional de quien sus alumnos llamaban Madrina por la modestia y disponibilidad que siempre
mostraba al ayudar a los residentes en sus trabajos de tesis, así como por su ardua y fructífera trayectoria
en la especialidad de ortopedia y traumatología.

Familiares, compañeros de labor y pacientes que recibieron atención especializada de
Rudbeckia.

Es villaclareña de nacimiento, dijo Pancorbo, pero matancera en su vida familiar y laboral, como son sus
hijos –tres de ellos médicos–, y el magnífico legado dejado a quienes fueron sus alumnos, y a los que en
la actualidad se forman porque recogerán de ella los conocimientos que dejó como científica,
investigadora, alta responsabilidad y sencillez ante colegas y pacientes.

Además de alumna del profesor Julio Martínez Páez, considerado el padre de la ortopedia cubana, fue
amiga y colaboradora de los profesores más importantes de Cuba, entre estos los doctores Rodrigo
Álvarez Cambra y Alfredo Ceballos Mesa.

En el extremo izquierdo el Dr. Pancorbo, quien resaltó la meritoria trayectoria de
quien fuera su profesora en sus años de estudiante y guía durante su andar profesional.

Rudbeckia participó en todas las Jornadas Científicas provinciales y Nacionales realizadas durante su vida
laboral además de disfrutar de un gran prestigio dentro de la Sociedad Cubana de Ortopedia y
Traumatología, por lo que colaboró en la escritura del primer manual de esa práctica médica.

En consideración y reconocimiento a su consagración se le nombró Miembro de Honor de dicha
Sociedad, Profesora Auxiliar y Consultante de su Cátedra. Ostentó la condición de Vanguardia Nacional
en varias ocasiones, incluso de la ANIR, además de recibir otras múltiples medallas. Esta rica trayectoria
la hacen acreedora de esta significativa placa, con la que se le rinda digno tributo y recordación.

Concurrieron al lugar, además del referido galeno, los doctores Rolando Reguera Rodríguez, Alberto
Delgado Quiñonez y Víctor Hernández Galbán, cirujano este último. También las licenciadas en
Enfermería Gisela Cívico Montalvo y María de los Ángeles Marrero Urría, quienes trabajaron junto a
Rudbeckia durante décadas. De los pacientes atendidos por ella se hallaba Yosbel Hernández Suárez,
estudiante de la carrera de Rehabilitación, quien fuera operado por la Álvarez Núñez en una de sus
piernas.

Sus hijos, Godetia Madia, Roberto Fidel y Roberto Alejandro, presentes, agradecieron a quienes con este
gesto de rendir tributo a la homenajeada, mostraron respeto eterno a la madre de la ortopedia en Matanzas y Cuba.