El escudo
En 1917, el Gobierno Provincial constituyó una comisión responsabilizada con la presentación de la propuesta de un escudo para la provincia. Dicha comisión estableció contacto con el pintor Esteban Valderrama, quien se convirtió en el centro de la tarea. Entre otros, se consultó a Antonio Rossell, catedrático del Instituto de Segunda Enseñanza, considerado experto en la materia. Todos convinieron, a propuesta del artista, en tomar como basamento el escudo otorgado a la ciudad en 1828, con algunas modificaciones y actualizaciones, aunque sin respetar estrictamente las leyes de la heráldica. El 8 de octubre de 1917 se aprobó —en principio— el diseño, y se ratificó finalmente el 21 de enero de 1918. El escudo exhibe un campo azul y engloba los siguientes elementos: en primer término, el mar con su color natural; después, un castillo —el de San Severino— con un puente a cada lado, representando a la ciudad capital; al fondo, el Pan de Matanzas, con un paisaje y los dos ríos. Más atrás, el cielo. Descansa el blasón sobre un pergamino púrpura enrollado en sus cuatro ángulos, que mantienen una cinta con la inscripción Pro-Patria. La cinta continúa hasta atarse al final en su parte inferior, como apretado lazo que une un ramo de olivos —aludiendo a la gloria y el honor de los matanceros— y otro de cañas en flor, cuyas ramas se reparten a ambos lados. Ese conjunto descansa sobre un haz de unión republicana, envuelto en una cinta, y sobre él, una estrella de cinco puntas, representativa de la República.
Puente La Concordia/José Lacret Morlot.
El símbolo de Matanzas está asociado a este puente, el primero de hierro levantado en Cuba, por el Arq. Pedro Celestino del Pandal. Es un puente de estructura metálica, de arcos rebajados de hierro dulce con 36ms de luz, tablero superior apoyado en estribos cerrados de sillería. Su construcción se inicia el primero de febrero de 1875. La construcción de los estribos duró más de dos años, terminándose el hincado de los 360 pilotes de madera de Júcaro, al cierre del año 1876. A Nueva York fue encargada la estructura metálica, la cual llega al puerto matancero el 14 febrero 1877 y los adoquines de granito y losas silíceas para el pavimento del puente y acera en abril de 1878. La inauguración aconteció el 4 de noviembre de1878, con la presencia del entonces Capitán General Arsenio Martínez Campos. Un mes antes el licenciado Carlos Ortiz Coffigny, Regidor Síndico Suplente, propuso el nombre de “Puente de La Concordia”, en alusión a la firma, ese año, del Pacto de Zanjón, con el que falsamente se aludía a la “paz” sellada por la Guerra Grande y con la cual no se había logrado la independencia real de la isla.
La loma del Pán
Tres accidentes naturales identifican a Matanzas: la Cueva de Bellamar, el Valle del Yumurí y la Loma del Pan, esta última la mayor altura de la provincia con 382 metros sobre el nivel del mar. Sobre la Loma del Pan, una leyenda prehispánica —recogida por el desaparecido intelectual matancero Américo Alvarado Sicilia en su libro Leyendas matanceras— deja constancia de la adoración preferencial que mostraban al lugar las comunidades aborígenes. Se cuenta que Baiguana —bella mujer que residía lejos de la costa— enloquecía a los hombres que se entregaba, quienes abandonaban la caza, la pesca y las labores agrícolas. Tal situación provocó que el cacique Maguaní fuera a solicitar consejos al río Jibacabuya (actual Canímar), boca del dios Murciélago, que le ordenó llevarle un pescado a Baiguana; esta, tras ingerirlo con la luna alta, se acostó a dormir frente a su bohío un sueño del que nunca despertó y al salir el sol se había convertido en una gigantesca piedra con forma de mujer dormida. Aunque la historia no recoge quién tuvo la primicia de escalarla, sí se sabe que el primer europeo en divisarla fue el marino gallego Sebastián de Ocampo, encargado del bojeo a Cuba en 1508. Aseguran que, desde 1570, la elevación se conoce con su actual denominación cuando el 15 de abril, el Gobernador de la Isla, en carta enviada a la Metrópoli, comunicó sobre la instalación de atalayas para vigilar las costas, desde el Mariel hasta el Pan de Matanzas. El 5 de junio de 1762 la poderosa armada inglesa del Almirante Sir George Pocock se orientó por el Pan en su marcha hacia la toma de La Habana. Por su parte, el monarca Fernando VII firmó en 1828 la concesión para el escudo de armas de la ciudad de Matanzas, Real Orden leída en Cabildo del 13 de febrero del año siguiente. No por casualidad el diseño aprobado incluía esa elevación en plata. Un dato curioso refiere la llegada a la rada yumurina, en enero de 1833, de la goleta norteamericana Pan de Matanzas, cargada de víveres bajo el mando del capitán Troctrik. Años después, en 1841, Manuel Francisco Salinero solicitó permiso para editar un diario local con igual nombre. Lo más aceptable en cuanto al toponímico de esa elevación parece corresponder a su forma, parecida a la del tradicional alimento, como dejó plasmado en sus memorias de viaje la sueca Fredrika Bremer, cuando en 1851 visitó la ciudad. Durante el siglo XIX, el lugar fue escenario del cimarronaje y el apalencamiento de esclavos, quienes encontraron refugio en sus bosques y cuevas como patentizan documentos conservados en el Archivo Histórico Provincial. También existió un ingenio nombrado El Pan, enclavado en la base de la serranía, activo durante gran parte de la mencionada centuria y donde, además, había un campamento militar en el que fue sepultado el soldado español Gabriel Palmer, el 6 de abril de 1896, según consta en acta. Más conocido resulta que la zona sirvió de refugio al Regimiento de Infantería del Ejército Libertador Tiradores de Maceo, como antes había sido base de operaciones del mayor general Pedro Betancourt. Precisamente hacia ese sitio se dirigieron, luego de bordear la ciudad, los miembros de la última expedición independentista cubana, la del vapor Dauntless, que arribó al norte matancero el 26 de febrero de 1898 bajo el mando de Enrique Regueira al frente de 11 patriotas, entre ellos el general Emilio Núñez. Grandes exponentes de la lírica invocaron el paraje. Plácido le dedicó dos composiciones poéticas: Al Pan y La Estrella del Pan, mientras que el poeta y patriota José María Heredia lo inmortalizó en su Himno del desterrado: “¡Tierra!, claman. Ansiosos miramos / Al confín del sereno horizonte. / A lo lejos descúbrese un monte.../ Le conozco. Ojos tristes, llorad. / Es el Pan...”
Ya en la lucha contra la tiranía batistiana, guerrilleros del M-26-7 operaron en la zona, pero también allí se alzaron bandas contrarrevolucionarias que resultaron en poco tiempo aniquiladas por el pueblo uniformado. Actualmente, el Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente incluyó esa elevación en la categoría de elemento natural destacado de significación provincial. Sus bosques albergan gran cantidad de especies maderables y de la avifauna de nuestro país como tocororos, cartacubas y carpinteros. Centinela de la ciudad y faro para los marineros, el Pan de Matanzas se eleva altivo, desafiante, cual símbolo pleno de historia y leyendas.
(Matanzas, 17.3. 1814- en Charleston, Estados Unidos, 3.2.1890). Historiador y educador. Sus obras más importantes son “Historia de la conquista de La Habana”, “Cuba y su gobierno”, e “Historia de la Isla de Cuba”. Por los recursos que emplea, Guiteras es estimado un historiador moderno, aportando elementos y reflexiones de gran valor en su obra.
(Matanzas, 16.8.1814-Ídem, 14.11.1863). Uno de los más notables escritores cubanos del siglo XIX. Poseedor de una vasta cultura, parte de ella autodidacta. En 1835 participa en las tertulias de Domingo del Monte, junto a su hermano Federico. En 1838 se estrena en el Teatro Principal de La Habana “El Conde Alarcos”, su primera obra teatral de relevancia, presentada al año siguiente en el coliseo matancero de igual nombre. Viaja, junto a su hermano Federico a Europa y Estados Unidos en 1848. Por esta época ya es notorio el estado de alienación que le acompaña hasta la muerte. Se considera su obra, “El Mirón Cubano” como el precedente del teatro costumbrista en Cuba. Entre su poesía, de profundo matiz romántico, se destaca “La Fuga de la Tórtola” y otras, inspiradas en la naturaleza y la patria.
(Matanzas, 28.7.1825-Ídem, 11.2.1891). Científico, historiador y coleccionista. Su afición por las ciencias naturales lo conduce a abandonar la carrera de Jurisprudencia y a crear un Museo Zoológico, Botánico y de Piscicultura, que posteriormente donará al Instituto de Segunda Enseñanza de la localidad. Su asimilación de los más modernos métodos de selección y clasificación repercuten a favor de los altos valores de ese museo, algunas de cuyas colecciones serían mostradas en la Exposición Universal de París, de 1867. Los más notables científicos del país: Felipe Poey, Antonio Bachiller y Morales y el alemán Juan Gundlach, entre otros, se cuentan entre sus colegas y amigos. Como historiógrafo su obra más significativa es “Matanzas: Estudio histórico-estadístico”. Ocupa cargos públicos como el de Alcalde de la Ciudad y el de Jefe de la Sección de Estadísticas y Fomento de la Diputación Provincial. Fue llamado por sus contemporáneos el “incansable Apóstol de la ciencia” y “el Poey matancero”.
(Matanzas, 20.6.1819-?). Abogado, educador y traductor. Junto a su hermano Eusebio viaja al Oriente y a Europa. Inteligentes observadores, perciben los adelantos de la instrucción pública en el continente europeo y más tarde los aplican en Cuba. Bajo la dirección de Antonio, el “Colegio La Empresa” (fundado en 1840) llegará a ser considerado uno de los mejores de la Isla, emulando con “El Salvador”, de José de la Luz y Caballero. Guiteras y Font colabora con varias publicaciones cubanas y extranjeras y se destaca como latinista, llegando a ser altamente valorada su traducción de “La Eneída”, de Virgilio. Fue el padre del patriota José Ramón Guiteras y el abuelo del revolucionario Antonio Guiteras Holmes.
(Matanzas, 29.9.1820-Ídem 16.10.1857). Poeta, autor teatral, periodista, políglota y maestro, disciplinas que dominaba por su amplia ilustración. En determinado momento se afilia a las ideas anexionistas de Narciso López y por ello tiene que emigrar a los Estados Unidos. En Nueva York dirige los periódicos separatistas “La Verdad” y “El Cubano Libre”. Trasciende en la historia nacional por diseñar la bandera y el escudo que hoy distinguen a Cuba como nación.
En julio de 1822, el poeta y abogado José María Heredia fija su residencia en la ciudad de Matanzas, visitada por él anteriormente. Aquí permanece hasta su salida clandestina al exilio en 1823, tras su vinculación con la Conspiración de los Soles y Rayos de Bolívar. En sus composiciones “La Estrella de Cuba” y el “Himno del Desterrado”, entre otras, aborda las temáticas de la naturaleza y patriótica. Debido a ello y a la belleza, nostalgia y sentimiento patriótico de su verso, ha sido considerado el primer gran poeta cubano y uno de los primeros grandes cantores de América. Fallece en México el 7 de mayo de 1839.
(Matanzas, 5.3.1823-Estados Unidos, 24.12.1893). Escritor, pedagogo y latinista. Con su hermano Antonio emprende un legendario viaje por Egipto y algunos países de Europa y el Medio Oriente. De tal forma se transforman en los primeros matanceros que conocen el Santo Sepulcro y otros sitios bíblicos. Antecede a Antonio en la dirección del Colegio “La Empresa”. Sus libros de textos de Gramática, Lectura y Religión son utilizados por varias generaciones de cubanos, particularmente los relativos a Lectura graduada, adaptados a tres épocas de la niñez y que por su nivel y calidad fueron reeditados en varias ocasiones. Es fundador del Liceo Artístico y Literario de Matanzas y colabora con varias publicaciones nacionales. Además de sus traducciones del latín, Guiteras escribió, entre otras obras, “Un invierno en Nueva York”, “Guía de las Cuevas de Bellamar” y “Dos matanceros en las pirámides”.
(Matanzas, 24.5.1824-La Habana, 4.8.1914). Nace en Gelabert (Milanés), No.4. Tiple soprano, una de las cantantes líricas cubanas más destacadas del siglo XIX. En su urbe natal actúa en varias ocasiones en el Teatro Principal. En la capital llega a ser socia facultativa de la Sociedad Filarmónica de Santa Cecilia y del Liceo Artístico y Literario, donde su voz es aplaudida por el público habanero. Se presenta además en otras poblaciones de la Isla, como Santiago y Puerto Príncipe, donde inaugura, con todo éxito el Teatro Principal. Parte a Europa en compañía de su esposo, el pianista hispano José Miró Anoria. Junto a Concepción Cirártegui es una de las primeras cubanas que se dedica profesionalmente al canto. Entre los papeles por los que es más aclamada se destacan los protagónicos de las óperas “Norma” y “Lucia de Lammemmoor”, de los compositores Vicenzo Bellini y Gaetano Donizetti respectivamente. Después de la muerte de Miró, acontecida en Sevilla en 1878, regresa definitivamente a Cuba. Se radica en La Habana donde se desempeña como pedagoga musical.
Este poeta se establece en la ciudad de Matanzas en 1826. Enriquece a la cultura cubana con una prolífera obra. En esta se incluyen poemas circunstanciales dedicados a distintos personajes de su época y otros de notable gracia y musicalidad. Clasificado como romántico, Plácido es considerado uno de los escritores más significativos del siglo XIX en Cuba. Muere fusilado en Matanzas en 1844, a causa de su supuesta implicación en la conspiración antiesclavista de “La Escalera”. Entre sus composiciones antológicas se cuentan “Plegaria a Dios”, escrita poco antes de su muerte y “A El Pan de Matanzas”.
(Matanzas, 9.1.1828- Madrid, España, 22.8. 1902). Nace en la calle Ricla (Medio) y es una de las personalidades femeninas más importantes del siglo XIX en Cuba. Casada años más tarde con su primo Miguel Teurbe Tolón, se destaca como mujer revolucionaria y pasa a las páginas de nuestra historia por haber sido la bordadora, en el exilio norteamericano, de la bandera cubana, diseñada por su esposo. El 3 de marzo de 1850 la casa de Emilia Teurbe Tolón (Manzano No. 71), es registrada y ella obligada a partir al exilio. En Estados Unidos sería la encargada de trasladar al lienzo la bandera que Miguel, su primo y esposo, diseñara inspirado en las ideas de Narciso López. Se trata de la bandera de la estrella solitaria, que ha representado a Cuba hasta la fecha. Emilia es considerada una de las primeras conspiradoras matanceras y la primera cubana que por motivos políticos fue condenada al exilio.
(Matanzas, 31.12.1835-París, 12.3.1918). Nace en la calle Gelabert (Milanés). Con el tiempo deviene en uno de los más grandes violinistas del siglo XIX. Por su actuación musical ocupa plazas importantes en los conservatorios de México y París. En un riguroso concurso de interpretación celebrado en la capital francesa es merecedor del Premio, consistente en un Stradivarius. Su labor pedagógica la desarrolla en éste y otros países, como Brasil, donde funda la primera Sociedad de Conciertos Clásicos de Brasil. Se destaca también como compositor. Es el creador de “La Bella Cubana”, una de las páginas más bellas del pentagrama musical cubano.
El 27 de marzo de 1842, esta bailarina austriaca, figura paradigmática de la danza clásica de todos los tiempos, se presenta en el Teatro Principal de la ciudad de Matanzas. Su arte es bien acogido por los matanceros, quienes tienen la oportunidad de apreciarla interpretando “La Smolenska”, “La cracoviana” y el “Gran pas de deux”, este último en compañía del bailarín Mr. Martín.
(Matanzas, 4.1.852- Ídem, 28.10.1925). Médico, investigador, hijo del historiador Eusebio Guiteras Font. Cursa la carrera de Medicina en la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, donde recibe un primer premio por su tesis de grado. Desempeña su profesión en el Hospital de Filadelfia y en el Servicio de Hospitales de la Marina Norteamericana, situación que le permitirá posteriormente cumplir importantes misiones del Partido Revolucionario Cubano, fundado por Martí en 1892. Es elegido Académico Corresponsal en los Estados Unidos por la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. Actúa como Profesor en la Escuela de Medicina de Charleston y en la Universidad de Pensilvania. Como investigador realiza y publica trabajos de medicina tropical y colabora en Alemania con los connotados científicos Koch, Virchov y Ehrlich. En 1899 retorna a Cuba y funda junto a Carlos J. Finlay la Junta Superior de Sanidad. Entre 1905 y 1909 funge como Decano de la Facultad de Medicina y Farmacia de la Universidad de La Habana. Por esta época crea y dirige la primera Revista de Medicina Tropical publicada en América. En 1921 renuncia al cargo de Sanidad y Beneficencia, en protesta contra aquellos que pretenden apoyar a Estados Unidos en su intento de provocar una intervención partiendo de elementos falsos sobre la situación sanitaria del país. Además de destacarse como patólogo y entomólogo es estimado como uno de los más grandes higienistas de su tiempo. Muere en su ciudad natal, poco después de ser electo Primer Presidente de la Federación Médica de Cuba.
El 21 de mayo de 1854, este pianista norteamericano, de fama mundial, ofrece en la ciudad de Matanzas un concierto en compañía del gran violinista cubano José White, quien entonces comenzaba a distinguirse en su urbe natal. Notables músicos como Berlioz y Federico Chopin elogian la interpretación de Gottschalk quien visita nuevamente Matanzas en febrero de 1857 y noviembre de 1860. En esta ocasión además de actuar en el Teatro Principal, lo hace en el Liceo Artístico y Literario, donde acompaña a la cantante Elodia Diez. En ocasión de esta nueva visita a Matanzas, el virtuoso músico recibe el nombramiento de Socio de Mérito de manos de Rafael del Villar y Emilio Blanchet, respectivos Director y Secretario de la institución.
(Matanzas, 15.5. 1858-La Habana, 19.2.1959). Malacólogo, zoólogo, investigador, coleccionista y pedagogo. Cursa las primeras letras en el prestigioso Colegio “La Empresa”. Estudia Ciencias Naturales en la Universidad de La Habana y en 1893 recibe el título de Doctor en Ciencias Naturales en la Universidad de Madrid. Como malacólogo descubre nuevas especies de moluscos terrestres. En 1885 es elegido Socio de Número de la Sociedad Económica de Amigos del País y en 1889 ingresa en la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. Por petición de la Real Sociedad Económica de Amigos del País realiza, en 1890, una expedición arqueológica y antropológica a Puerto Rico, Santo Domingo y el Oriente de Cuba. También viaja a México, donde intercambia experiencias con científicos de ese país, de reconocidas riquezas arqueológicas. De ideas independentistas, una vez establecida la República se destaca por sus posiciones radicales, oponiéndose a la dictadura de Gerardo Machado. En 1936 viaja a Washington, donde trabaja en su obra Familia Annularidae, colaborando además con el científico Paul Bartsh. Redacta investigaciones para importantes publicaciones científicas y participa en innumerables eventos internacionales, así como en la organización, clasificación y otros trabajos en instituciones científicas de París, México, Chile, Estados Unidos, Alemania e Inglaterra, países todos, donde es reconocido como uno de los más notables malacólogos y naturalistas de su tiempo.
(Matanzas, 3.3.1861-Ídem, 5.6.1936). Poeta y periodista. Su vigorosa pluma colocada en favor de las ideas independentistas motiva que se le denomine el “poeta de la guerra”. Muestra de ello es su antológico poema “Mi Bandera” y su poemario “Efigies”. Se considera un poeta romántico, aún cuando en Cuba figuras como José Martí y Casal habían superado este movimiento, con composiciones de aliento modernista. Byrne fue el primero de nuestros poetas nacionales, sucedido por el también matancero Agustín Acosta.
En noviembre de 1861 la Avellaneda llega a la ciudad de Matanzas, para presidir los primeros “Juegos Florales” del Liceo matancero. En este certamen artístico-literario son premiados Federico Milanés, Eusebio Guiteras, Domingo del Monte y Portillo e Idelfonso Estrada y Zenea, entre otros. En nombre de la institución Federico Milanés entrega un ramo de oro a la gran escritora camagüeyana.
(Matanzas, 18.3 1872-Las Villas, 24.12.1897). Poeta. Entre sus más conocidas obras se cuentan “Oro” y “Gemelas”. Al sumarse a la gesta en 1896, después de entrar en contacto en Estados Unidos con Tomás Estrada Palma, delegado entonces del Partido Revolucionario Cubano, Carlos Pío se incorporará a la manigua al mando de distintos oficiales como José María Marrero, José Lacret Morlot y Pedro Betancourt. Compañero sentimental de la también escritora, Juana Borrero, dedicará algunas de sus más hermosas composiciones a la amada.
(Matanzas, 1.10.1873-La Habana, 31.7.1932). Poeta de alto vuelo y hermano del también escritor Carlos Pío, con cuya colaboración escribe “Gemelas”. La pérdida del hermano durante la guerra marca, según algunos críticos, la obra posterior de Federico. Otra de sus creaciones es “Resurrección”. Colabora en publicaciones como “La Habana Elegante”, “El Fígaro” y “Patria”. Es considerado uno de los más altos cultores de la poesía modernista en Cuba.
(Matanzas, 30.9.1880-La Habana, 22.7.1952). Médico. En 1901 se gradúa en la Facultad de Medicina, de la Universidad de La Habana, donde obtiene innumerables premios. Especializado en Pediatría, llega a participar como delegado en importantes congresos de esa disciplina y a publicar artículos sobre el tema en revistas especializadas. Labora además como catedrático de la citada universidad y en 1918 es electo Académico de Número de la Academia de Ciencias de la propia capital. Por su profesionalismo gana una beca que lo lleva a Francia, Alemania y Estados Unidos. Fue miembro de honor de las sociedades de Pediatría de Uruguay y Colombia, además de participar en algunos de los congresos médicos internacionales más prestigiosos de su tiempo. En 1936 se le asigna el Decanato de la Escuela de Medicina de La Habana. Publicó decenas de trabajos científicos. Es considerado uno de los nombres más importantes en la historia de la pediatría cubana y continental.
(Matanzas, 13.1.1884-Ídem, 21.9.1926). Galeno de notable talento que ha pasado a la historia de la urbe con el sobrenombre del “médico de los pobres”, debido a su reconocida filantropía. Ocupa además cargos públicos, como el de Alcalde Municipal entre 1916 y 1920.
(Matanzas, 12.11.1886-Miami, Estados Unidos, 12.3.1979). Nace en la Calzada de Tirry No. 40, abogado y poeta de resonancia continental. Junto a Regino Botti y José Manuel Poveda se considera uno de los máximos representantes del llamado renacimiento lírico que tuvo lugar en Cuba durante la segunda década del siglo XX. Por la temática social que aborda, su poemario “La zafra” (1926) marca un hito en la literatura cubana de la pasada centuria. De este libro Fernando Ortiz escribió “Todo cubano debe leer La Zafra...”. Ocupa varios cargos políticos, entre ellos el de Gobernador Provincial y el de Senador. En 1955 le es otorgado el título de Poeta Nacional, obtenido anteriormente por Bonifacio Byrne y posteriormente por Nicolás Guillén. Publica sus versos y artículos en importantes revistas de Cuba y el mundo. En 1970 la Real Academia Española “atendiendo a los conocimientos lingüísticos, méritos literarios y demás circunstancias recomendables” lo nombra Miembro Correspondiente Hispanoamericano de la prestigiosa institución, la más insigne del idioma español. Ya anciano marcha con su esposa a Estados Unidos (1972).
(Matanzas, 16.3.1892- La Habana, 14.4.1964). Uno de los pintores más representativos del academicismo en Cuba. Estudia artes plásticas en las escuelas San Alejandro, San Fernando y de Bellas Artes, de La Habana, Madrid y París respectivamente. Se destaca como dibujante y en la realización de retratos y paisajes. Fue además Director del mencionado San Alejandro.
(Matanzas, 18.10.1893-La Habana, 21.12.1989). Periodista y poeta. Entre 1912 y 1917 reside en Estados Unidos. De muy joven, se establece en la capital y guiado por sus ideas de vanguardia, participa en la Protesta de los Trece (marzo de 1923), la Universidad Popular José Martí y el Grupo Minorista. Junto a su amigo, el también matancero José Manuel Acosta deviene uno de los más activos miembros de este importante grupo intelectual, cuya figura máxima es Rubén Martínez Villena y al que se integra lo más avanzado de la intelectualidad cubana de la época. Actúa como Profesor de la Escuela Profesional de Periodismo “Manuel Márquez Sterling”. Colabora y dirige varias publicaciones y durante varios lustros redacta la sección “Gazapos”, de “Bohemia”. El poemario de Tallet, “La semilla estéril” es considerado uno de los más significativos del siglo XX en Cuba. Su poética se destaca por su desenfado y originalidad. En 1927 publica “La Rumba”, composición que lo sitúa como precursor del llamado movimiento negrista en la literatura nacional y que está incluida en el mencionado libro de poesía.
(Matanzas, 2.12.1894-La Habana, 27.2.1973). Dibujante, pintor y fotógrafo. Hermano del poeta Agustín Acosta y amigo del también intelectual matancero José Zacarías Tallet. Establecido en La Habana, José Manuel integra, junto a Tallet, el Grupo Minorista, relacionándose con los más notables escritores y artistas de la época, entre otros, Rubén Martínez Villena, Juan Marinello y Alejo Carpentier. Junto a Martínez Villena participan en sucesos como la histórica Protesta de los Trece (marzo de 1923). Después de ejercer varios oficios, realiza sus primeras ilustraciones para poemas de Tallet, Marinello y de su hermano Agustín, publicadas éstas en las revistas “Chic” y “Social”, dirigida por el cardenense Conrado Massaguer. Acosta es estimado uno de los precursores del movimiento cubista en la Isla, influencias que refleja en las excelentes portadas y dibujos que realiza para “Social” y otras publicaciones. Carpentier se refirió a su obra de esta manera “No podrá hablarse de arte moderno en Cuba sin recordar el papel precursor del que hace pocas semanas acaba de dejarnos”.
(Matanzas, 26.9.1902- California, Estados Unidos, 15.9. 1987). Pianista y compositor. Integra varias orquestas danzoneras como las de Aniceto Díaz, Ramón Prende y Aurelio Hernández, y en La Habana forma parte de la Compañía de Ernesto Lecuona. En sus composiciones se recrean diversos géneros, entre otros, danzones, mambos, boleros, rumbas y canciones. Su tema “Aquellos ojos verdes” es conocido internacionalmente, interpretado por figuras de la talla de Nat “King” Cole, Frank Sinatra, Pedro Vargas, Rita Montaner y Esther Borja. Crea música para el cine norteamericano y el mexicano. Muere en Estados Unidos, el 15 de septiembre de 1987.
(Matanzas, 11.12.1917-Ciudad de México, 14.9.1989). Pianista, compositor y director de orquesta. Después de actuar como pianista en una agrupación tipo charanga se traslada a La Habana en 1942 integrando allí varias orquestas. Hacia 1947 viaja a México y en 1950 forma su famosa banda. Es conocido internacionalmente como el “Rey del Mambo”. En la mayoría de sus composiciones, es notable la influencia del jazz. La percusión y el contrapunto de saxofones y trompetas, acompañados de su ronca voz conforman un estilo único que le ha merecido fama mundial.
(6.7.1922). Poetisa de reconocimiento internacional. Es graduada de Doctora en Derecho, en la Universidad de La Habana y de Dibujo y Pintura en la Escuela de Artes Plásticas de Matanzas. En 1950 su Canto A la Bandera, recibe el Primer Premio en el Certamen Nacional por su Centenario. El mismo año merece el Premio Nacional de poesía por su poemario “Al sur de mi garganta”. Ha colaborado con numerosas publicaciones nacionales y extranjeras. Aunque su poesía incluye asuntos sociales, filosóficos y patrióticos, es conocida particularmente por sus composiciones de aliento erótico e intimista. Sus libros son conocidos en diversas partes del orbe y afamadas actrices internacionales han grabado sus poemas. En la actualidad radica en la casona de Tirry No.81, la misma que la vio crecer y a la que ha dedicado uno de sus libros. Su biografía se debe al escritor Urbano Martínez Carmenate.
La gran bailarina cubana actúa por primera vez en Matanzas el 7 de febrero de 1959. El hecho artístico tiene lugar en el Teatro Sauto, donde interpreta “Giselle”, al lado de Fernando Alonso, quien encarna a Albretch. La función es auspiciada por la Asociación de Amigos de la Cultura Cubana. En décadas posteriores retornará a este escenario.
(Matanzas, 9.8.1927- La Habana, 20.1. 1980). Pianista, compositor e instrumentista, hijo del músico de igual nombre. Se distingue asimismo como director, de la Orquesta Somavilla, fundada por su padre, y como promotor del Festival del Creador Musical, celebrado en Matanzas desde 1968, y rebautizado más tarde con su nombre. Muere en La Habana el 20 de enero de 1980.
(Matanzas, 9.10.1927). Pianista y compositor. Muchas de sus canciones se han popularizado en América y en algunos países de Europa, entre ellas “Tú me acostumbraste”, "Pedacito de cielo", "¿Cómo te atreves?", "Me recordarás", e "Imágenes". La primera ha sido interpretada por Los Tres Ases, Olga Guillot, Chavela Vargas, Pedro Vargas, Caetano Veloso, Domenico Modugno, Tom Jones, Mina, Gal Costa, María Bethania, Lola Flores, Luis Miguel, Sara Montiel y los Gipsy Kings. En la actualidad radica en México.
En el municipio de Matanzas existen 192 construcciones conmemorativas, de ellas116 se localizan en el área propuesta como Monumento Nacional. A través de las mismas se reconocen personalidades, hechos históricos y culturales significativos en la ciudad, destacándose los bustos, estatuas, obeliscos, esculturas, conjuntos escultóricos, murales, relieves y tarjas de mármol, bronce, cerámica y calamina, entre otros materiales.
Es de destacar la sala de Epigrafía del Museo Provincial Palacio de Junco, que atesora algunas de los exponentes más antiguos.
Principales puentes de la ciudad.
Los puentes para Matanzas son testimonios indisolubles de su imagen e identidad, además de haber sido testigos de su historia y raíces, llegando a constituir hitos significativos de su memoria viva tangible e intangible. Matanzas a partir de su fundación, es la ciudad cubana con la mayor cifra de puentes (alrededor de veinte); todos han estado relacionados con su historia, su geografía, política, con las costumbres y hábitos de sus pobladores y más que eso, con el desarrollo económico social y cultural.
Puente La Concordia/José Lacret Morlot. Grado de protección: Primer Grado de Protección.
El símbolo de Matanzas está asociado a este puente, el primero de hierro levantado en Cuba, por el Arq. Pedro Celestino del Pandal. Es un puente de estructura metálica, de arcos rebajados de hierro dulce con 36ms de luz, tablero superior apoyado en estribos cerrados de sillería. Su construcción se inicia el primero de febrero de 1875. La construcción de los estribos duró más de dos años, terminándose el hincado de los 360 pilotes de madera de Júcaro, al cierre del año 1876. A Nueva York fue encargada la estructura metálica, la cual llega al puerto matancero el 14 febrero 1877 y los adoquines de granito y losas silíceas para el pavimento del puente y acera en abril de 1878. La inauguración aconteció el 4 de noviembre de1878, con la presencia del entonces Capitán General Arsenio Martínez Campos. Un mes antes el licenciado Carlos Ortiz Coffigny, Regidor Síndico Suplente, propuso el nombre de “Puente de La Concordia”, en alusión a la firma, ese año, del Pacto de Zanjón, con el que falsamente se aludía a la “paz” sellada por la Guerra Grande y con la cual no se había logrado la independencia real de la isla.
Puente de Bailén / Calixto García. Grado de protección: Primer Grado de Protección.
El 26 de noviembre de 1890, Don Pedro Celestino del Pandal presentó al Secretario del Ayuntamiento el dictamen sobre el estado del puente provisional de madera en el río San Juan, en el emplazamiento en que estuvo el de Bailén. En este caso determinó que se mantenía en condiciones de servicio, excepto el entablado del piso, sometido a un notable desgaste en sus tres años de explotación. El cabildo ordinario celebrado el 12 de octubre de 1891 acordó por unanimidad que el puente se construyera de una luz única en toda su extensión, dejándose expeditos los viaductos, uno a cada lado de las orillas del río. La estructura metálica fue adjudicada a la Sociedad Anónima de Talleres y Fundiciones de “Baume y Marpent”, de Bélgica, según contrato firmado el 24 de febrero de 1893. Su tipología constructiva se basa en armaduras metálicas independientes, con luz única de 73 metros y 6,3 de ancho.
Su construcción se inició en 1896, pero las autoridades españolas deciden aplazar la ejecución por su alto costo y por las circunstancias difíciles que imponían la guerra. Los trabajos se reanudaron a fines de 1897, después de toda una cadena de hechos motivados por dificultades en los trabajos de montaje, específicamente con el remachado de los elementos. El 20 de enero de 1899 entró a la ciudad el Ejército Libertador, que cruzó el río San Juan por el nuevo puente, al frente marchaba el General Pedro Betancourt, jefe de las fuerzas de la provincia. Posteriormente (1899) se dispuso la nueva denominación de “Calixto García”, en honor a su impecable hoja militar.
Puente de Hierro sobre el río Yumurí Grado de protección: Primer Grado de Protección.
En el año 1839 ya se había aprobado por el Gobierno Superior de la Isla, la ejecución del Ferrocarril Matanzas a la Sabanilla del Encomendador. En 1867 cuatro compañías foráneas habían transformado los campos matanceros con este sistema de comunicación. Como una necesidad de conducir al puerto todas las producciones del territorio Centro- Oeste de la provincia, y ante el marcado interés de los inversores norteamericanos, en el año 1904, el 8 de abril, queda inaugurado el Ramal de Acceso Ferroviario al Puerto de Matanzas, al concluirse la ejecución de los puentes sobre los dos ríos que atraviesan la ciudad, siendo el segundo de ellos, el llamado Puente de Hierro en el Yumurí.
Puente Giratorio sobre el río San Juan, para el ferrocarril de acceso al puerto. Grado de protección: Primer Grado de Protección.
El desarrollo del ferrocarril a finales del siglo XIX, como consecuencia de la gran producción azucarera, motivó la construcción, sobre el río San Juan, de un novedoso puente. El mismo cuenta con un sistema de ruedas dentadas, conectadas a un motor propulsor que garantizaba el giro de la estructura en noventa grados; esta operación se realizaba en un minuto y cuarenta y cinco segundos, para dejar abierto el río San Juan al cruce de las embarcaciones, que desde el mar se dirigían a cargar en los almacenes. El motor fue fabricado en Filadelfia, con piezas remachadas entre sí. En los primeros tiempos utilizaba pilas secas de magneto; apenas un año de su funcionamiento se cambió por un motor eléctrico, tenía semáforos y aceiteras, las que debían utilizarse para engrasar los mecanismos día a día, a fin de que no se oxidaran por el agua de mar. Otra condición inviolable era la de girar al menos una vez a la semana. Este puente está ubicado a menos de doscientos metros del puente de “La Concordia” o “General Lacret Morlot”. Construido en acero, su tipología constructiva se basa en un tablero inferior con armaduras independientes, todo lo cual se apoya sobre una sólida base, originalmente de madera y posteriormente -en 1977- de hormigón armado. Está catalogado como una de las obras más notables de la ingeniería cubana, única de su tipo existente en el país.
Puente Sánchez Figueras en el río San Juan. Grado de protección: Primer Grado de Protección.
La construcción de este nuevo puente fue una aspiración de los vecinos de los barrios que enlazaba (Matanzas y Pueblo Nuevo). Iniciada su construcción a finales de 1915, se abrió al público el domingo 16 de agosto de 1916. Proyectado por el ingeniero Armando Macías López y ejecutada su construcción por Conrado Martínez. Esta obra representó el eje de la lucha entre políticos de la época, fue defendida por el representante general del gobierno en Matanzas, Silverio Sánchez Figueras, otrora General de la Guerra de Independencia y cuyo nombre le fue adjudicado al puente. Será el quinto puente centenario de la ciudad en servicio; su valor técnico está dado por ser el primero de su tipo en la urbe con el uso del hormigón armado. Sólo ha sido cambiado el diseño original de sus barandas.
Caracterización general de las edificaciones. Según estudios de la Oficina de Monumentos y Sitios Históricos, el área propuesta como Monumento Nacional cuenta con un total de 950 edificaciones de los siglos XVIII, XIX y XX. La mayor parte de los inmuebles (51.47 %) datan del siglo XIX.
Esquema 5. Parcelación de las manzanas del área propuesta para Monumento Nacional.
Relacionado con los grados de protección de las edificaciones, la mayor parte de ellas (53%) presentan tercer grado de protección. Se destacan en el área con primer grado de protección, el Teatro Sauto de Matanzas, Cuartel de Bomberos, Edificio del Gobierno Municipal, Edificio la Vigía, Archivo Histórico Provincial, La Catedral de Matanzas, Biblioteca Gener y del Monte, Museo Farmacéutico y Hotel Louvre, entre otras.
Plaza Fundacional/ Plaza de Armas, de Colón, Estrada Palma.
Dirección: Calles Milanés, Magdalena, Río y Ayllón.
Uso actual: Plaza de la Vigía.
Grado de Protección: Monumento Local.
Matanzas fue la primera población cubana creada según un plano previamente elaborado y cuyo trazado se ha mantenido sin modificaciones. También es la única de la que se conserva en acta, el solemne momento de su fundación. De acuerdo con el plano elaborado por el ingeniero Juan de Herrera y Sotomayor, el sorteo de los solares comenzó por la plaza situada entre los ríos San Juan y Yumurí en el borde de la bahía, vértice del triángulo que configura el núcleo originario. De la misma arrancaron los tres ejes que en sentido este-oeste, estructuraron la ciudad. Era un espacio abierto, limitado por las aguas de ríos y el mar, con sus correspondientes ciénagas y bajos no estructurado urbanamente, en el que convergían los caminos que comunicaban la población, al Norte con el Castillo de San Severino y al Sur, con el territorio de su jurisdicción. En el siglo XVIII tuvo pocos cambios, salvo la construcción de la Batería San José de la Vigía (1748), edificio que le otorgó el nombre por el que sería conocida la futura plaza. La difícil y empecinada batalla por ganarle terreno a las aguas, transformó su ámbito y su entorno. Pero la Plaza de la Vigía tuvo un carácter marcadamente comercial, subordinado a la actividad del puerto. En 1818 el comerciante Juan de Acosta – propietario de los terrenos existentes entre el borde marítimo de la plaza y el puente sobre el río Yumurí – financió la construcción de un muelle al final de la calle Milanés, consecuentemente ampliado y modernizado con posterioridad. Desde entonces la plaza fue y sigue siendo un sitio de enlace, no de estadía. En la segunda mitad del siglo XIX adquirió la configuración con que ha llegado a nuestros días, salvo la inserción en 1919 de un pequeño parque donde se colocó la estatua del Soldado Desconocido, realizada por el italiano Carlo Nicoli. El 31 de diciembre de 1981 fue declarada Monumento Local.
Dirección: Milanés e/ Magdalena y Ayllón. Uso actual: Museo Provincial, 1980.
Grado de protección: Segundo Grado de protección. Restauración, 1979: Arq. Daniel Taboada Espiniella. En 13 de febrero de 1835 el capitán Manuel del Junco presentó una solicitud al Cabildo para que se le autorizase la construcción de un portal en la Casa que edificaba. La solicitud fue aprobada, a pesar de alterar la ortogonalidad perfecta del trazado de la ciudad. En 1845 un incendio destruyó el palacete de Junco, del que quedó en pie solamente el portal. Se procede a su reconstrucción con la previsión de dejar patios interpuestos entre las dependencias de servicio, las casas aledañas y la estructura principal, lo que provocó una disposición planimetría inusual. Es uno de los pocos edificios matanceros con entresuelos, pues las dependencias principales se concentraron en la primera crujía. Tras una reparación y restauración capital, dirigida por el prestigioso arquitecto Daniel Taboada Espiniella en 1979, el 13 de diciembre de 1980 abrió sus puertas el Palacio de Junco transformado en Museo Provincial de Matanzas, institución heredera de otras de similar carácter que le precedieron y que contaron con colecciones de gran valía, algunas de las cuales fueron a engrosar los fondos del Museo Provincial junto con numerosas donaciones realizadas por la ciudadanía
Dirección: Magdalena e/ Medio y Milanés. Arquitectos: Esteban Best y Julio Sagebien. Uso actual: Sede del Gobierno Municipal de Matanzas. Remodelación 1909-1911: W. Armitage. Grado de Protección: Primer Grado de Protección.
En enero de 1818 el intendente de Hacienda Alejandro Ramírez dispuso la construcción de la Aduana en el lugar donde existía la Real Factoría de Tabacos, frente a la Plaza de la Vigía. En abril el gobernador Juan Tirry y Lacy (1815-1818) eleva para su aprobación un proyecto elaborado por el arquitecto francés Esteban Best. Se trataba de un impresionante edificio de dos plantas con frontón al centro y soportal en arcos de medio punto. El proyecto fue autorizado por el ingeniero Pedro Abad Villarreal, quien lo consideró arreglado al arte en su distribución y ordenadura. Ya casi terminado el edificio, la planta alta se desplomó el 7 de noviembre de 1820. Su reconstrucción, mediante la demolición del piso alto, le fue encargada al arquitecto Julio Sagebien, también de origen galo, quien compartió labores con Best. El edificio proyectado, es símbolo de una etapa signada por el despegue comercial y burgués de Matanzas. La Aduana funcionó como el modelo por excelencia de la nueva orientación de la arquitectura.
Entre 1909 y 1911 el inmueble se destina a Audiencia de Primera Instancia y Juzgado de Instrucción y Correccional, por lo que es remodelado según proyecto ecléctico de W. Armitage quien añadió un segundo piso y cerró los arcos laterales del soportal, sobre el que se dispuso una terraza. La obra de Best y Sagebien quedó inserta en una estructura de buena factura e indiscutible belleza. En 2010 el edificio pasa a ser sede del Gobierno Municipal de Matanzas.
Teatro Esteban, 1863. Dirección: Magdalena e/ Milanés y Medio. Arquitecto: Arq. Daniel Dall'Aglio. Uso actual: Teatro Sauto. Restauración, 1966: Arq. Daniel Taboada Espiniella. Grado de Protección: Primer Grado de Protección (Monumento Nacional).
Con la construcción del teatro en el centro de la Plaza de la Vigía, este espacio perdió su ámbito original y la visual abierta al mar, pero ganó en rango arquitectónico. Llamado Esteban en honor al gobernador Pedro Esteban y Arranz (1865-1868), a partir de 1899 se denominó por el apellido del farmacéutico y comerciante Ambrosio de la Concepción Sauto, quien fue uno de los principales accionistas y promotores de su construcción. Para la realización de la obra se convocó a concurso, resultando ganador el proyecto presentado por el arquitecto italiano Daniel Dall’Aglio, bajo las recomendaciones emitidas por el ingeniero Francisco Albear y Fernández de Lara, a cuyo criterio fueron sometidos los proyectos presentados. Dall'Aglio concibió un proporcionado edificio y contó con la asistencia de los maestros de obras José María González y Antonio Collado y del maestro carpintero Sebastián Estapé. La piedra de la ceremonia inaugural se colocó el día 15 de octubre de 1860. La construcción del imponente edificio fue un verdadero reto, dado el suelo pantanoso del solar elegido para su asentamiento. Fue necesario fabricar un complejo sistema de pilotajes y entramados de madera en el subsuelo, solución de cimentación a la que se atribuye su elogiada sonoridad. Terminado en 1863, el teatro mantiene su disposición en herradura y la fisonomía original, tanto en lo que atañe a la arquitectura como al mobiliario, la decoración y las pinturas murales, realizadas también por Dall'Aglio. Conserva el ingenioso mecanismo hidráulico que permitía poner la platea al nivel escenario y transformar su ámbito interior en gran salón de baile. La restauración recibida en 1966 estuvo dirigida por el Arquitecto Daniel Taboada. Fue cerrado al público en el año 2010, para la restauración y rehabilitación capital que recibe, a cargo de artistas matanceros especializados. En su escenario han actuado artistas de resonancia nacional y universal. Entre los cubanos se destacan el violinista José White, la pianista María Cervantes, los músicos y compositores Gonzalo Roig y Ernesto Lecuona, el trovador Sindo Garay, los cantantes Bola de Nieve, Rita Montaner, la bailarina Alicia Alonso y el pianista Frank Fernández, quien en una ocasión obsequió un piano al coliseo. Entre los extranjeros, la actriz francesa Sarah Bernhartd (el 24 de enero de 1887 interpreta el rol principal en la obra “La dama de las camelias”, de Alejandro Dumas, estimada una de sus más notables interpretaciones), la bailarina rusa Anna Pavlova (el 26 de marzo de 1915, ofrece una función única, en cuyo programa se incluye “La muñeca encantada”, piezas de diferentes ballets y una soirée de bailes de salón), el cantante de ópera Tita Rufo, el guitarrista español Andrés Segovia, el escritor Jacinto Benavente, las cantantes argentinas Libertad Lamarque e Imperio Argentina y la mexicana Esperanza Iris, aclamada como la “emperatriz de la opereta”.
Cuartel de Bomberos, 1897-1900. Dirección: Magdalena esq. a Medio. Ingeniero: Bernardo de la Granja y Callejas. Uso actual: Cuartel de Bomberos y Museo de Bomberos de Matanzas. Grado de Protección: Primer Grado de Protección.
En 1863 se compra el solar donde estuviera la demolida Batería de Costa de La Vigía y se le encarga al arquitecto municipal Pedro Celestino del Pandal la construcción del parque Cervantes (1873), considerado como uno de los más modernos de la época. No obstante, el sitio fue abandonado lo que condujo a que su terreno fuera solicitado para construir el Cuartel de Bomberos. La obra se inició el 8 de marzo de 1897 según el proyecto y bajo la dirección del ingeniero Bernardo de la Granja y Callejas. Fue terminado el 12 de agosto de 1900. El Cuartel de Bomberos fue última intervención constructiva ejecutada en la Plaza de la Vigía. Es un edificio realzado con un frontis triangular sostenido por columnas, a modo de templete, con muros de canto a la vista, en almohadillado, para dotar a las superficies de textura. El edificio se ha mantenido, en lo esencial, según el proyecto original. Aunque en el país existen otras instituciones de este tipo, el Museo de Bomberos de Matanzas es único por la riqueza de sus colecciones y por la singularidad de ser un espacio museal interactivo desde 1998. En su interior se exhiben carros-bombas de finales del siglo XIX y de principios del XX y objetos referentes a su especialidad.
Dirección: Magdalena, entre Medio y Río. Uso actual: Viviendas, Cafetería y Centro Nocturno “La Vigía”, Galería “Pedro Esquerré”, Centro Provincial de Patrimonio Cultural y Oficina de Monumentos y Sitios Históricos. Grado de Protección: Primer Grado de Protección.
De estilo ecléctico, cuenta con un espléndido soportal y arcadas, que acogen diversas actividades culturales. Fue construido en los terrenos que según el acta de fundación estaban destinados para casa de Aduana y del Corregidor, su construcción se enmarca entre los años 1880-1883 y forma parte del conjunto de edificios del siglo XIX que conforman la Plaza de la Vigía. En 1910, este transfiere la finca a la Arechavaleta, Amezaga y Cía. Ostenta valor histórico y arquitectónico, ya que dentro de la trama urbana es una de las edificaciones más representativas de la ciudad, en la cual se realizaron funciones comerciales y en la década del 60 del siglo XX sus espacios son ocupados por diferentes instituciones culturales como la Galería de Arte “Pedro Esquerré”, el Centro Provincial de Patrimonio Cultural, la Cafetería y Sótano “La Vigía”, y tres casas de vivienda en la planta alta. Adyacente al mismo por extremo izquierdo, aledaño a la calle de Río se localiza uno de los inmuebles más antiguos de la plaza, edificado en los primeros años del siglo XIX. En la actualidad, radica la Editorial Vigía, única de su tipo en el país.
Dirección: Milanés, Ayuntamiento, Contreras y Santa Teresa. Uso actual: Parque de La Libertad. Grado de Protección: Monumento Local.
La subordinación de la Plaza de La Vigía al puerto dejó a la ciudad sin el foro cívico relacionado por la costumbre con el edificio del Cabildo y Gobierno. Era necesaria una Plaza de Armas y con ese objetivo en 1764 el agrimensor José Fernández y Sotolongo diseña la denominada del Rey, en la manzana rodeada por las actuales calles Ayuntamiento, Contreras, Santa Teresa y Milanés. Dicha manzana estaba ocupada por viviendas por lo que la ejecución del proyecto se dilató hasta 1800, en que superados numerosos obstáculos se pudo liberar su espacio. La carencia de portales de los edificios de esta plaza -con la excepción del de la Casa de Gobierno- es uno de los rasgos distintivos del conjunto. La Segunda Plaza de Armas o de La Alameda, como se le conoció en tiempos pasados, se transformó, al decir del acaudalado científico e historiador Francisco de Ximeno y Fuentes, en el punto más importante de reunión social de Matanzas. Los edificios de su entorno constituyen dignos exponentes del poderío económico y esplendor de la segunda mitad del siglo XIX. A consecuencia de la Real Cédula de 14 de diciembre de 1829 en que se le otorga a la ciudad Escudo de Armas, estampado con la Corona Real de las Españas, el rey autoriza la colocación de una estatua de su persona. Se acomete la construcción de un parque con asientos perimetrales, configurado interiormente por dos paseos que se cruzaban en una rotonda central donde en 1836 se colocó la estatua de Fernando VII retirada en 1868. En 1829 se colocó el alumbrado de aceite y en 1853 el de gas. A mediados del siglo XIX se pavimentó con losas isleñas y se le adicionaron calles en diagonal, con accesos por las esquinas. En 1872 se colocó una fuente en la rotonda. En 1899 la plaza fue el centro de los grandes festejos celebrados por la terminación de la Guerra de Independencia y bautizada popularmente como de La Libertad, nombre que ostenta en la actualidad. En 24 de febrero de 1909 se sustituye la fuente por un conjunto escultórico dedicado a José Martí y una representación de La Libertad rompiendo las cadenas. Fue costeado por suscripción popular y ejecutado por el italiano Salvatore Buemi, a iniciativa de Ramón Miranda, médico y amigo personal del Apóstol. En 1989 fue declarado Monumento Local.
Dirección: Ayuntamiento e/ Milanés y Contreras. Ingeniero: Antonio de Montenegro y Maestro de Obras José Carbó. Uso actual: Sede del Gobierno Provincial. Remodelación, 1923-1931: Ing. Manuel D. Estrada. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
En 1804 el Capitán General, Marqués de Someruelos autorizó la construcción de un edificio para Sala Capitular y cárcel. En 1809 el regidor Juan de Dios Lucas Morejón presentó el plano y presupuesto de la obra elaborado por José Ramón Cabrera. La contrata de la obra le fue encargada al maestro Lorenzo Pedrajas, quien la concluyó hacia 1815. En 1835 se instaló en sus locales la primera Biblioteca Pública de Matanzas. Desde su terminación, el edificio presentó defectos constructivos. A mediados del siglo XIX se decidió levantar uno más hermoso y ajustado a la creciente importancia de la ciudad. En 1851 el Comandante de Ingenieros Antonio de Montenegro realizó un proyecto de muy similar factura al finalmente llevado a cabo por José Carbó, quien enfrentó la ejecución de la obra. Terminado en 1853, en la planta baja se ubicaron oficinas de gobierno, en el entresuelo estaban las del Gobierno Político y Civil y departamentos de la Diputación Provincial y en la planta alta se encontraba el despacho y habitaciones privadas del Gobernador, entre otras dependencias. En 1855 se instaló un reloj en su fachada principal. En 1923 se propuso su remodelación según proyecto del ingeniero jefe Manuel D. Estrada que contemplaba la construcción de una puerta principal, puertas y vidrieras interiores y una mampara para el despacho de la presidencia. En noviembre de dicho año se aprobó la modificación de la fachada principal mediante el estriamiento de la piedra y la sustitución del barandaje de madera por mármol y la reconstrucción de la escalera, toda de mármol y su barandaje del mismo material. En 1931 Estrada propuso una nueva entrada al despacho del gobernador y otros departamentos en la planta alta como el Salón de Sesiones, el Salón de Espera para los Concejales y una habitación contigua al salón que antecede a la presidencia. El delineante de estos proyectos fue C. Lamerénz. Diversas personalidades han estado vinculadas al edificio. En particular merece resaltar la del historiador Pedro Antonio Alfonso, autor de la obra “Memorias de un matancero. Apuntes para la historia de la Isla de Cuba” (1854), considerada un clásico de la historiografía local. Al triunfo de la revolución recibió al Comandante Fidel Castro al frente de la Caravana de la Libertad el 7 de enero de 1959, ocasión en que el líder revolucionario saludó al pueblo matancero desde el balcón principal.
Dirección: Milanés 47, e/ Ayuntamiento y Santa Teresa. Maestro de Obras: José Bartolomé Borrell. Uso actual: Hotel Louvre. Grado de Protección: Primer Grado de Protección.
El 2 de febrero de 1859, Isabel Polleschi, viuda de Antonio García Oña, quien gobernó Matanzas entre 1840 y 1845, establece contrato con el maestro de obras Bartolomé Borrell para la erección de una casa de cantería de alto y bajo, documento que es un extraordinario testimonio de las características de la arquitectura matancera en su momento de mayor esplendor. La fachada sería de cantería, la parte baja sin vestir y la alta con cornisones, guardapolvos, cartelas y diversos elementos decorativos. La casa pasó a Ricardo García Oña y Polleschi, a quien le fue embargada por el estado a causa de deudas con la Real Hacienda. Fue rematada en subasta en 1893 a favor de Teresa Cirarruista, esposa del comerciante Tiburcio Bea y Urquijo, en poder de cuyos descendientes se mantuvo hasta el triunfo de la Revolución. Desde 1904 hasta los primeros años del actual siglo, el palacete fue utilizado como Hotel Louvre.
Dirección: Milanés 49 y 51 e/ Santa Teresa y Ayuntamiento. Uso actual: Museo Farmacéutico de Matanzas, 1964. Grado de Protección: Primer Grado de Protección, Monumento Nacional.
El 12 de noviembre de 1880, Wilfredo Rodríguez Díaz vendió a la Sociedad Triolet y Cía. por un valor de 10 200.00 pesos oro, los terrenos en los que se edificaría la botica francesa, abierta al público e 1ro de enero de 1882. Fundada por los doctores Emilio Triolet Lelievre (nacido en Lissy, Francia) y Juan Fermín de Figueroa Veliz, llamado el “rey de las boticas” de Cuba, ganó rápidamente merecida fama. La botica comercializó con los laboratorios más importantes del mundo en los finales del siglo XIX y principios del XX, entre los que se destacan: Laroche, Bayer, Jonhson, Sarrá, Lilly, Claxon, Schering Ag, Bruty, Wintersmith Chemical Co, y otros. El Dr. Triolet Lelievre participó en la Exposición Universal de París de 1900, obteniendo Medalla de Bronce con once productos que fueron patentados. La botica estuvo administrada por él y su esposa María Dolores de Figueroa Marty de Triolet, quien fue la primera mujer cubana en recibir el título de Dra. en Farmacia en la Universidad de New York. La Dra. Figueroa trabajó como directora técnica de la botica hasta 1944, fecha de su fallecimiento. A partir de este momento ocupa la dirección del establecimiento su hijo Ernesto Luis Triolet Figueroa. En 1964 la botica es nacionalizada por el estado cubano y de inmediato fue transformada en el primer Museo Farmacéutico de Latinoamérica, en el que Ernesto Triolet Figueroa continuaría trabajando hasta su muerte, acaecida en 1979. El museo atesora un valioso instrumental procedente de los laboratorios con que tuvo relación la Botica Triolet, algunos han sido considerados piezas únicas.
Dirección: Milanés e/ Santa Teresa y Medio. Arquitecto: Nerardo Hernández Soler. Uso actual: Sede del P.C.C. Provincial. Grado de Protección: Segundo Grado de Protección.
Es uno de las edificaciones que se inscribe dentro del Movimiento Moderno en la ciudad, con funciones civiles. Aunque no responde a los preceptos estéticos del resto de las edificaciones que conforman la plaza, dado su bien concebido diseño, no rompe con la armonía y se entrelaza con perfecto equilibrio con el conjunto arquitectónico de la Plaza.
Dirección: Contreras e/ Ayuntamiento y Santa Teresa. Arquitecto: Raúl Simeón. Uso: Hotel V
elasco. Restauración, 2010: Arq. Yimara Lavastida Hernández Grado de Protección: Segundo Grado de Protección.
Fue un moderno y confortable hotel, administrado por el señor Luis Velasco y Zorrilla. Disponía de 21 habitaciones habilitadas con baño privado y teléfonos. En los bajos estaba la cafetería y el restaurante. En los años 2009 y 2010 fue objeto de una restauración y rehabilitación capital con muy buena factura
Dirección: Contreras e/ Ayuntamiento y Santa Teresa. Ingeniero: Raúl Simeón. Uso actual: Cine Teatro Velasco. Grado de Protección: Segundo Grado de Protección.
Su construcción se debe a la iniciativa de los hermanos Rafael y Manuel Velasco, pioneros de la industria cinematográfica en Matanzas. Su empresario fue el maestro Agustín Martín. Comienza sus actividades al aire libre con la presentación de una afamada compañía de patinadores. La primera película que exhibe es “El pobre Balbuena”. En la época del cine mudo se le conoce con el nombre de “Velasco Garden” y en la actualidad es el cine teatro más importante de la ciudad.
Dirección: Milanés esq. a Santa Teresa. Uso actual: Sede de la Inmobiliaria Matanzas. Grado de Protección: Segundo Grado de Protección.
En la escasa información existente respecto a este inmueble se refleja que ya desde 1879 el mismo cumplía funciones de establecimiento de víveres. No obstante a ello, su construcción se enmarca en los inicios del siglo XIX. El edificio se inscribe dentro de la tipología de vivienda esquinera. La planta alta estaba reservada como vivienda mientras que la inferior se destinaba para el comercio.
Dirección: Santa Teresa 15 e/ Contreras y Milanés. Uso actual: Cafetería y dependencias estatales. Grado de Protección: Segundo Grado de Protección.
Su construcción se realizó con la asesoría del destacado ingeniero Francisco Albear y Lara. Es el primer edificio de tres plantas y primero también en utilizar cemento Portland en Matanzas, técnica novedosa probada en edificaciones de la capital. Destinado a Hotel La Diana, el establecimiento funcionó hasta 1883, cuando el inmueble fue utilizado como sede del Instituto de Segunda Enseñanza, hasta 1921. Con posterioridad se estableció en sus locales el Colegio La Luz. Los diversos usos han provocado modificaciones de los espacios interiores pero conserva la composición original de las fachadas.
Dirección: Santa Teresa e/ Medio y Contreras. Arquitecto: Enrique F. Marcet Palomino. Uso actual: Biblioteca (Salas de Arte e Infantil). Grado de Protección: Segundo Grado de Protección.
La Biblioteca Guiteras se construyó gracias al legado de Gertrudis Guiteras Wardwell, hija de Ramón Guiteras Font, miembro de la prestigiosa familia de dicho apellido que tantas y tan importantes aportaciones hicieran a la cultura de la localidad y la nación. Se debe la obra al Arq. Enrique F. Marcet Palomino. En la concepción del edificio participó el doctor Joseph L. Wheeler, experto bibliotecario norteamericano, quien además propuso el lugar donde el edificio debía erigirse.
Fue también una de las primeras inserciones modernas dentro del Centro Histórico Urbano de la ciudad que, no obstante se integró armoniosamente al conjunto, sin perder su propia especificidad. La Biblioteca Guiteras, tal como lo deseara su benefactora, es una prestigiosa institución cuya colección se ha ido especializando en temas relacionados con el arte, la música y libros para jóvenes.
Dirección: Contreras 72 e/ Ayuntamiento y Santa Teresa. Uso actual: Biblioteca Gener y del Monte. Grado de Protección: Primer Grado de Protección.
Hacia 1899 se fusionan las Sociedades Regionales Españolas en una sola institución denominada Colonia Española, cuya sede fuera construida sobre las ruinas del antiguo Casino Español, situado en Contreras esquina a Santa Teresa. Dicho edificio era de una sola planta y fue ampliado a dos niveles en 1901. La nueva sede social de la poderosa Colonia Española matancera era un edificio de gran factura y académica composición neo renacentista. Sus amplios salones interiores, sostenidos por columnas, expresamente dispuestos para la realización de reuniones, fiestas y encuentros sociales facilitaron su cambio de uso al ser destinada a sede de la biblioteca pública. El 8 de junio de 1929, se estrena en esta edificación el danzonete “Rompiendo la rutina”. Su creador fue el yumurino Aniceto Díaz, uno de los nombres más importantes en la historia musical de Cuba. En 1962 el edificio fue destinado para sede de la Biblioteca Pública Provincial, bautizada con los prestigiosos nombres de Tomás Gener (1787-1835) y Domingo del Monte (1804-1853), dos de los principales promotores de la primera entidad de este tipo de Matanzas. La Gener y del Monte atesora una de las colecciones de publicaciones raras y valiosas más importantes del país, entre ellas el periódico “La Aurora”, patrimonio de Matanzas y de la nación cubana.
Dirección: Contreras e/ Ayuntamiento y Santa Teresa. Remodelación, 2010-actualidad: Arq. Ramón Recondo Pérez. Uso futuro: Sala de conciertos José White. Grado de Protección: Segundo Grado de Protección.
El Liceo de Matanzas nació como institución en 1860 en acto oficial en un inmueble ubicado en el Callejón de San Severino. Fue durante la ocasión que su director Rafael del Villar mencionó por vez primera el sobrenombre de “la Atenas de Cuba” para identificar el florecimiento cultural de la ciudad.
En abril de 1863 se traslada a su nuevo y definitivo local en la Plaza de Armas. Logró mantener viva la sólida tradición cultural de la localidad pese a los largos años de guerra en el país durante la segunda mitad del siglo XIX. Hacia 1899 se decidió adquirir la propiedad del edificio que le servía de sede, situado frente al Parque de La Libertad y se procede a la reconstrucción del mismo. Los aires del eclecticismo se evidencian en la fachada abierta en tres arcos a manera de logia, de sobria composición clasicista. En el salón principal, el músico Miguel Faílde (18521921) estrenó su danzón “Las alturas del Simpson” el primero de enero de 1879, modalidad musical devenida en Baile Nacional. Los muros interiores de la institución se acicalaron con retratos de figuras de la cultura cubana realizados por el pintor matancero Esteban Valderrama (1892-1964), quien fuera uno de los directores de la Academia de San Alejandro, en La Habana. El primero de agosto de 1968 fue denominada Sala White en honor del destacadísimo violinista matancero José Silvestre White (1836-1918), autor de “La Bella Cubana”, uno de los más hermosos tributos musicales ofrecidos a la mujer cubana. La nueva obra del Liceo se inauguró el 5 de abril de 1863. En esa sede, no sólo se celebraron los afamados Juegos Florales que tan en alto colocaron la ciencia y las artes regionales, sino que además compartieron su ingenio figuras nacionales y universales como la pianista venezolana Teresa Carreño, escritores cubanos de la estatura de Agustín Acosta, Carilda Oliver Labra, Medardo Vitier y Dulce María Loynaz y los científicos Francisco Ximeno y Carlos de la Torre y Huerta, por solo citar algunas personalidades de los siglos XIX y XX. El Liceo fue uno de los espacios donde se promovieron las ideas independentistas. Al concluir la Guerra del 95, sus salones se prestaron orgullosos para homenajear al Ejército Libertador y para tributar con una recepción memorable, a Máximo Gómez y Juan Gualberto Gómez, paradigmas de aquella gran gesta.
Dirección: Río e/ Magdalena y Jovellanos. Uso actual: Viviendas privadas y sedes de dependencias del estado. Grado de Protección: Segundo Grado de Protección.
Aprovechando el declive de la calle Río hacia las orillas del San Juan, se erigió en la primera mitad del siglo XIX uno de los conjuntos arquitectónicos más notables del país, integrado por bellas residencias, conocidas como Manzana o Cuadra de Oro. Dichas edificaciones están comprendidas en la tipología casa-almacén, aprovechando las características topográficas del terreno, y creando una composición espacial diferente a las casa- almacén de La Habana. Haciéndose característico en estas el presentar dos niveles por la calle de Río y tres por Narváez, donde la vivienda, se separaba funcionalmente del almacén y zona de servicios.
Las más antiguas se identifican por la persistencia de los tradicionales aleros de tejaroz y los muros lisos. Hacia la década de 1820 los viejos aleros se sustituyen por cornisas rematadas con pretiles, y los vanos se enmarcaron con platabandas resaltadas y guardapolvos de coronamiento, inclusive sobre la puerta de acceso, peculiaridad muy local. A partir de 1830, aparecen las espléndidas mansiones cuyas fachadas son exponentes de un neoclasicismo de academia, con las correspondientes pilastras, capiteles, frisos, entablamentos y frontones. Se construyeron entre 1800 y 1850, constituyendo un completo repertorio de la evolución estilística de la arquitectura matancera en su momento de mayor esplendor. Indudablemente en las dos primeras manzanas, están claramente aplicados los postulados estéticos y las nuevas ideas que comenzaron a circular en el siglo XIX. Propietarios vinculados a las mismas en determinados momentos, fueron representantes de algunas de las más distinguidas familias asentadas en la población, entre las que no pueden dejar de mencionarse a: Cosme de la Torriente y de la Gándara, comerciante y hacendado español constructor de los almacenes situados en la margen sur del San Juan y abuelo del ilustre cubano de igual nombre y apellido (Rio 3, demolida); Sebastián Hernández, hacendado considerado en la primera mitad del siglo XIX como la séptima fortuna del país (Río 5); Manuel González Arias, hacendado (Río 7); Ramón Guiteras, comerciante catalán y padre de los ilustres matanceros Eusebio, Antonio y Pedro (Río 9); José Tomás Ventosa, fundador de la Casa de Beneficencia (Río, esquina a Matanzas); Francisco Aballí, hacendado y ancestro del médico de igual apellido (Río 19); Pablo y Sebastián Hernández, hacendados (Río 21 y 23); Manuel Galvez, ilustre médico (Río 25, también relacionada con el destacado maestro de obras Francisco Betancourt); José Florencio García, hacendado (Río 27, demolida); Ramón Brufao, comerciante catalán (Río 29); Francisco de la O García, hacendado (Río 35); Juan Bautista Coffigny, hacendado (Río 41, atribuida su construcción al arquitecto Manuel Carrerá y Heredia) y Tomás Gener, catalán diputado a Cortés y jefe del grupo liberal de Matanzas (Río 71, acera Norte).
Dirección: Medio e/ Jovellanos y Ayuntamiento. Uso actual: Viviendas y librería. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
En este local radicó la imprenta del periódico "La Aurora", llamado "el príncipe de los periódicos" en la época colonial. El mismo comenzó su publicación en 1828, uniéndose a "El Yumurí" en 1857, denominándose a partir de entonces con el poético nombre de "Aurora del Yumurí”, fuente de obligada consulta para todos los estudiosos de la historia matancera de la centuria decimonovena.
Dirección: Contreras No. 45 e/ Ayuntamiento y Jovellanos. Uso actual: Viviendas, albergue de Brigada de Construcción del Poder Popular, sede de la UGDC 1 – ESIM. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
Como sucede en otros tantos hoteles de la ciudad, el edificio no fue construido para cumplir esta función. En el lugar existieron dos inmuebles de mampostería y tejas marcadas con los números 45 y 47, en fecha de 1858 y con posterioridad en este terreno el señor Navarro derribó estas y edificó otras de cantería, mampostería y azotea, marcada con el número 45 moderno. El inmueble se mantiene como vivienda hasta que los dueños de la tienda “La Sortija” compran la propiedad en sociedad. En 1945 Casimiro compra la parte de Castañón y comienza a reedificar el inmueble para adaptarlo a las nuevas condiciones. Fue un hotel para viajantes y se inauguró en junio de 1946. Edificado entre 1858 y 1884, se caracteriza como una obra de la segunda mitad del siglo XIX. Es una de las más detalladas en sentido clasista, con las pilastras estriadas, las bien perfiladas cornisas que coronan las ventanas y el friso dórico cuyas metopas se decoran con relieves a la antigua.
Dirección: Manzano 63 e/ Jovellanos y Ayuntamiento. Arquitecto: Julio Sagebien. (Atribuido) Uso actual: En remodelación. Grado de protección: Tercer Grado de Protección.
El Teatro Principal fue construido por el auspicio de los empresarios José Dehoguez y Juan José Romero. Se le atribuye a la factura del Arq. Julio Sagebien. Dentro de las construcciones civiles matanceras de la primera mitad del siglo XIX, ocupa un importante lugar. En este coliseo localizado en la calle Manzano No. 63, actuaron varios de los artistas locales y extranjeros más relevantes de la época, justo cuando esta ciudad comienza a ser considerada la segunda plaza cultural del país. Entre los nacionales se distinguen el violinista José White, las cantantes de ópera Úrsula Deville y Concepción Cirártegui, el escritor José Jacinto Milanés y la Compañía de los Robreño. De la misma forma sobresalen entre los foráneos, la bailarina austriaca Fanny Ellsler y los pianistas Luis Moreau Gottschalk y José Miró, norteamericano y español respectivamente. La importancia de este coliseo decae en 1863, año en que se inaugura el gran Teatro Esteban (Sauto) resultado de la necesidad de cubrir la cada vez mayor afluencia en artistas y compañías a esta ciudad. En abril de 1848 en el Teatro Principal, los aficionados del Liceo Artístico y Literario de La Habana, dirigidos por José Miró, representan la ópera Norma, de Vicenzo Bellini. La misma fue protagonizada por la citada matancera Úrsula Deville White. Esta es la primera ocasión en que se escenifica en la ciudad de Matanzas una ópera completa por un elenco enteramente cubano.
Dirección: Medio e/ Jovellanos y Matanzas. Uso actual: ACAA. Remodelación, 2005: Arq. Ramón Recondo Pérez. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
Construida hacia mediados del siglo XIX (Ca. 1850) como vivienda de dos pisos, de mampostería y tejas, fue adquirida por la firma de “Casas y Rabelo” para instalar en la planta baja una de las fábricas de fósforos más famosas de la ciudad. La planta alta estuvo siempre destinada a vivienda y en la misma vivió en la primera mitad del siglo XX Franklin Gómez, quien fuera asesinado por la dictadura batistiana el 14 de enero de 1958. Como fábrica de fósforos se mantuvo hasta mediados de la década de 1970 cuando el inmueble fue destruido por un incendio. En 1997, la filial provincial de la Asociación Cubana de Artesanos y Artistas de Matanzas solicitó al gobierno municipal le concedieran este inmueble para sede de dicha institución. La obra concluyó el 13 de agosto del 2005.La casa, sede de la ACAA ha ganado en estos años un espacio preferencial en la vida cultural de la ciudad.
1868. Dirección: Medio esq. a Matanzas. Uso actual: Sede de CADECA y Escuela de Economía. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
En 1844 se funda bajo la razón social de Américo García y Compañía una de las casas comerciales más prósperas del país. En 1868 entre sus socios figuraba el señor Juan A. Bea, por cuyo nombre sería reconocida posteriormente bajo las denominaciones de “M. Bea y Cia, Bea”, “Bellido y Cia” y, por último, “Sobrinos de Bea y Cia”, entre otras. Hacia 1925 esta casa contaba con nueve almacenes de azúcar, una refinería, dos remolcadores y 21 lanchas, además del bellísimo edificio de Medio esquina a Matanzas, donde se encontraban las oficinas de los consignatarios de buques, banqueros, importadores de víveres y ferretería. El majestuoso edificio de tres plantas con fachada a tres calles, realzadas por correcta composición arquitectónica, es una de las estructuras más notables de la ciudad de la segunda mitad del siglo XIX. No ha sido posible identificar a su constructor pero por la fecha de edificación y la envergadura de la obra es posible relacionarla con el arquitecto Pedro Celestino del Pandal y Sánchez, nombrado arquitecto municipal el 27 de abril de 1867.
Dirección: Medio No.3 e/ Magdalena y Matanzas. Uso actual: Edificio multifamiliar. Remodelación: Fachada modificada después de 1857. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
Considerada por el historiador José Mauricio Quintero perteneciente a Jerónimo Espinosa de Contreras, Conde de Jibacoa, aunque no ha sido posible documentar dicha atribución. Pero es, sin dudas, un testimonio de gran valor histórico y cultural. En 1823 el Teniente de Dragones Juan Manuel O'Farrill declara en su testamento la propiedad de esta vivienda que deja a su hija Joaquina O'Farrill y Caraballo. En 1857, Brígida Caraballo vende al comerciante Ramón Brufao el inmueble y éste lo destina a establecimiento de ropas “El Volcán”. Por muchos años el edificio fue utilizado para comercio en los bajos y vivienda en la planta alta. Pese a las transformaciones de la fachada a la manera del siglo XIX (1857), es un inmueble de gran antigüedad, portador de los modelos señoriales habaneros. Por un inventario practicado en 1985 se deduce que tuvo balcón maderero con tejadillo, alero a modo de cornisa, tres ventanas en el piso bajo y un zaguán a un costado de la fachada de acceso a la vivienda y al almacén que ocupaba el martillo derecho. En la primera crujía, la sala y a continuación el comedor, realzado por un “arco de figura” que aún se conserva, de diseño es similar a los de las viviendas habaneras de finales del siglo XVIII. Entre patio y traspatio una crujía intermedia, a modo de galería. Corredores en el piso bajo de las dependencias de los costados del patio y balcones cubiertos en los pisos altos. Pavimentos de ladrillos en las habitaciones bajas, de piedra en el zaguán y patio, de madera en los pisos altos. Cielos rasos cubriendo los techos de azotea y la cocina en colgadizo adosados al fondo.
Dirección: Milanés No.19 e/ Matanzas y Jovellanos. Uso actual: Delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
En 1855 Ambrosio Sauto construye una vivienda de dos pisos en su frente y tres en el fondo de mampostería y azotea. La casa, es ejemplo de las grandes residencias de dos o más pisos, con torre mirador, que se levantan a mediados del siglo XIX. Su plan es el típico con la entrada a un costado de la fachada, en eje quebrado con respecto a un patio carente de galerías. En los bajos las dependencias comerciales y almacenes; en los altos, las de la vivienda propiamente dicha. La escalera alcanza notable importancia en estas residencias, así como el tratamiento neoclásico académico de las fachadas.
En 1919 el inmueble es adquirido por Lorenzo Arechavaleta y Amézaga, acaudalado comerciante que la remodela a la manera del eclecticismo. De esta época data la transformación del patio mediante la inserción de un martillo en el costado izquierdo y la colocación de cielos rasos decorados, de azulejos y de pavimentos de teselas cerámicas y de olambrillas. La terminación de los muros de la fachada con cemento en aspersión es una curiosa solución utilizada a principios del siglo XX.
Dirección: Milanés No.38 e/ Matanzas y Jovellanos. Uso actual: Archivo Histórico Provincial de Matanzas. Grado de protección: Primer Grado de Protección.
Construida según la planimetría peculiar de las casas matanceras de planta baja con zaguán al costado, esta casa perteneció a María Rita de la Fuente y Rodríguez de la Barrera casada con Álvaro Milanés y Sánchez, padres del poeta José Jacinto Milanés (1814-1863), quien alcanzara notoriedad en la década del 30 del siglo XIX. Su amistad con destacados intelectuales como Domingo del Monte, Félix Tanco Bosmeniel, José Joaquín Palma, Anselmo Suárez y Romero, Cirilo Villaverde y otros vinculados al círculo de Del Monte, ejerció influencia positiva en su quehacer literario, de fuerte lirismo y hondas preocupaciones éticas y patrióticas. Milanés adquiere fama con su “Conde Alarcos” (1838), donde la trama histórica es excusa para reflexionar sobre los destinos del hombre y del país. Otros muchos poemas y creaciones le enaltecen a pesar del estrecho marco en que se desarrolló su obra. Fue el poeta romántico cubano más importante de la primera mitad del siglo XIX.
Dirección: Jovellanos e/ Medio y Milanés. Uso Actual: Catedral de San Carlos Borromeo de Matanzas. Grado de protección: Primer Grado de Protección.
En el plano fundacional de Matanzas se dispuso de un solar para la Iglesia Parroquial, al frente de una plaza. El sitio fue bendecido por el obispo Diego Evelino de Compostela y en dicho lugar se construyó un sencillo edificio de tablas y guano. Arruinado el primer templo, los oficios religiosos se realizaron en la casa de un vecino hasta que en 1730 se emprendió la construcción de una nueva parroquial en el solar frontero, tal vez por la fuerza de una tradición que los disponía de lado y no de frente en relación con sus plazas. La ubicación primitiva de la iglesia es la primera propuesta formulada en Cuba de romper con dicha costumbre, heredada del Medioevo español. En el plano levantado por José Fernández Sotolongo, en 1764 se observa el edificio de la iglesia ocupando el centro este del espacio destinado a plaza y tres solares a su fondo. En 1800, el cabildo aprobó vender la plaza de la iglesia y los solares al fondo, lo que dio lugar a la escisión de la manzana originaria y la apertura del llamado Callejón de la Sacristía. En 1751 se concluyó la nave principal. En 1805 el maestro carpintero José Nicolás de Cárdenas construyó el altar de San Carlos. La primera torre de canto fue levantada en el lado Sur por Julio Sagebien entre 1825 y 1829 y reedificada por José Borrell en 1832. Entre 1836 y 1842 se añaden las naves laterales y la torre Norte, en la que fue colocado un reloj. La iglesia sufrió grandes daños a causa de un huracán en 1846 siendo reconstruida por el Reverendo Fray Jacinto María Martínez, quien a fines de enero de 1854 inició las transformaciones arquitectónicas con lo que adquirió la presencia con que ha llegado a nuestros días. Entre 1872 y 1874 Pedro Celestino del Pandal realizó trabajos de rehabilitación y atendió al acondicionamiento del parque del costado de la calle Milanés. En 1912 fue elevada al rango de Catedral y se le hacen importantes reparaciones y arreglos, entre otros la ejecución de las pinturas murales que exornan sus interiores. Actualmente está sometida a una restauración capital.
Dirección: Contreras final. Uso actual: Hospital Neumológico. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
La idea de construir un edificio con estos fines data de 1923, cuando el Dr. Antonio Barrera, Jefe de Servicios de Higiene Infantil de la República le da a conocer a la dirección de la Casa de Beneficencia que se pensaba adaptar parte de la casa al Instituto de Homicultura, gestión que no se efectuó por no recibir grandes beneficios la Escuela para Niños Pobres. En la actualidad continúa como centro de atención a la salud. Es una de las edificaciones que conjuntamente con el Parque Machado engrandecen la entrada de la Carretera Central a la ciudad de Matanzas.
Dirección: Viaducto, intersección a Matanzas Centro. Arquitecto: Marisol Gómez López. Uso actual: Dependencias del MININT Grado de protección: Segundo Grado de Protección
Luego del traslado del puerto de Matanzas desde el antiguo Muelle Real hacia Dubrocq en las primeras décadas del siglo XX, las instalaciones que lo conformaron se destinaron a otras funciones. A mediados de los años noventa se demolieron dichos inmuebles para crear el acceso que uniría el Viaducto con el Centro Histórico Urbano. Se decidió que el edificio de Guardafronteras debía permanecer en el área sobre la base de la demolición del existente y la fabricación de uno de nueva planta de mejor factura.
La originalidad del diseño del nuevo edificio se fundamenta en la concepción escultórica con alto contenido simbólico que arroja dos posibles lecturas bien logradas por la autora. Observándole en su eje norte sur semeja al baluarte de una fortaleza colonial, mientras que de Este a Oeste la imagen sería la de un buque que surca las aguas de la rada matancera. Su composición en planta se basa en trazos libres que se generan desde un volumen puro, un cilindro, donde se ubica la torre de observación. Otra peculiaridad de esta edificación de vanguardia es que se utilizaron materiales y tecnologías constructivas tradicionales, paredes de muros de bloque y la cubierta de losa spiroll, con lo que pudo demostrarse la posibilidad de hacer buena y contemporánea arquitectura con los materiales y técnicas tradicionales. Por la novedad y calidad del diseño el edificio fue distinguido con el Primer Premio a la mejor obra construida en el II Salón de Arquitectura Cubana 1999.
Dirección: Calle Milanés esq. a Capricho. Arquitecto: Enrique Marcet Palomino Uso actual: Vivienda. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
Residencia del Dr. Mario Dihigo Llanos (1895-1978), profesional multifacético, médico, escritor, periodista y pedagogo, reconocido como educador destacado del siglo XX en Cuba y considerado entre los cien científicos cubanos más significativos de todos los tiempos. Se edifica en un solo nivel de planta compacta. El inmueble posee un alto valor artístico e histórico ya que fue visitado por destacadas personalidades entre las que figuran: Juan Bosch (1909-2001), político y escritor dominicano, presidente de ese país en 1963; Juan Marinello Vidaurreta, intelectual y político cubano del siglo XX; Martín Dihigo (1906-1971), jugador cubano de baseboll, apodado “El Inmortal”, considerado el beisbolista latinoamericano más completo de la historia; Juan Esnard, destacado escultor matancero, entre otros.
La comunicación con el interior de la jurisdicción se facilitó mediante el acondicionamiento de la Calzada de Tirry, importante vía que atravesó el barrio de Pueblo Nuevo, fomentado al sur del río San Juan en las primeras décadas del siglo XIX. Desde 1812 se intenta sin éxito abrir una calzada. En 1820 se contrata a Miguel de Belismelis para la construcción de la misma. A partir de entonces, a los lados de dicha vía o en su proximidad se levantaron algunos de los edificios más notables de la ciudad, entre otros la formidable hilera de almacenes que orillaron el lado sur del río San Juan, desde el puente de este nombre hasta el de San Luis. Edificios como el Hotel Paris y el Nuevo Ateneo dan fe del rango arquitectónico alcanzado hacia la segunda mitad del siglo XIX. Otras importantes personalidades dispusieron sus moradas hacia esta calzada como el músico Rafael Somavilla y la poetisa matancera Carilda Oliver Labra, quien reside en el inmueble proyectado por el arquitecto Pedro Celestino del Pandal hacia la década de 1880. Los edificios de la Calzada de Tirry carecen de portales, salvo el adosado a la estación de Sabanilla, peculiaridad matancera que al igual que ocurre en sus plazas, difiere de lo común en el resto del país.
Dirección: Calzada de Tirry. Arquitecto: Manuel José Carrerá. Uso actual: Viviendas. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
Avanzando en la calzada, el arquitecto Manuel José Carrerá construye la estación de Ferrocarril de Matanzas a la Sabanilla del Encomendador, denominación esta última por la que se conocía. Este notable monumento está realzado con portales de columnas pareadas de estilo dórico que evocan las del Palacio de Aldama. El 28 de septiembre de 1839 Gonzalo Alfonso Soler, representante de los intereses azucareros de la familia Aldama, recibió una concesión provisional en la cual se autorizó la construcción del ferrocarril de Matanzas a Sabanilla, sumándose a este proyecto otros hacendados de la región. En agosto de 1843 se inaugura un primer tramo hasta el puente Buey Vaca; el 1 de noviembre se inauguró el tramo hasta Guanábana, conducidos los carros por la locomotora La Junta. El 20 de abril de 1845 quedó concluido el último tramo hasta Sabanilla del Encomendador. A pesar de ello, no se construye la estación en la Calzada de Tirry hasta 1856. Entre los años 1862- 1863, se construyó un despacho de boletines, un muelle para los trenes de pasajeros y las oficinas de administración y contaduría se trasladaron para la parte este del edificio, haciéndose alteraciones y una fachada en esta parte. En 1866 se hace referencia a la construcción de dos naves cocheras, nuevas naves en el taller de máquinas y construcción de un muelle para carga en el patio del paradero. En 1877 se realiza la elevación y enlozado del pórtico del paradero para evitar la entrada de las aguas. En 1880 un incendio destruyó el edificio de administración, contaduría y secretaría situadas al este de la manzana que ocupa dicha estación. También se destruyó el andén de pasajeros y los salones que conformaban el costado sur de la manzana. En 1883 quedaba abierto al público un nuevo salón. En 1894 se realizó un agrandamiento del muelle del almacén de misceláneas. En 1904 aún funcionaba como paradero y en 1924 ya se había convertido en almacén. Es considerada la primera estación de ferrocarril de Iberoamérica.
Dirección: Calzada de Tirry número 41-43. Uso actual: Casa de Cultura Bonifacio Byrne. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
Se constituye en la barriada de Pueblo Nuevo la Sociedad Talía, el 24 de noviembre de 1874, inaugurada oficialmente el 24 de julio de 1875. Obra que recrea códigos del neoclasicismo de la época en la ciudad de Matanzas, con transformaciones posteriores que se pueden catalogar representativas del eclecticismo para las primeras décadas del siglo XX. En 1879, después de experimentar una serie de transformaciones sustituye su nombre por el de Ateneo de Matanzas. Fue testigo memorables sucesos de la cultura local entre ellos la Exposición Universal de 1881. Avalan el prestigio del mismo las personalidades que integraron su membrecía durante su larga existencia, destacándose: Francisco Ximeno, Federico Milanés, Miguel Garmendía, Sebastián A. Morales, Idelfonso Estrada y Zenea, Bonifacio Byrne, Fernando Romero Fajardo, quien dirigió “El Ateneo”, órgano oficial de la asociación y Nicolás Heredia.
Dirección: Calzada de Esteban y Calzada de Tirry. Ingeniero: Antonio Vilasea. Uso actual: Estación Interprovincial de Ómnibus. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
Moderna instalación ferrocarrilera terminada en 1883 que puso en contacto los principales centros de producción con los puertos de embarque, además de establecer una comunicación más fluida entre La Habana y Matanzas. Es un edificio de diseño inusual por sus pronunciados techos de aire nórdico, propios para países de climas fríos. Frente al mismo sobre un pedestal se colocó una escultura de hierro realizada por el artista europeo Val D'Osne, en memoria de la unión ferrocarrilera que se lograba con esta nueva estación. Este lugar fue también paradero del tranvía que circuló en la ciudad entre 1916 y 1952.
Dirección: Calzada de Tirry 60. Arquitecto: John Dally. Uso actual: Edificio multifamiliar y oficinas de la OBE. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
En 1942 se anuncia en la prensa como Gran Hotel París. Este hotel tiene la condición de haber alojado a casi todos los presidentes de la República que visitaron la ciudad.
Hasta hace poco se daba como fecha de su fundación la existente en una de sus rejas, ya que erróneamente Joaquin E. Weiss en su libro “Arquitectura Colonial Cubana”, refiriéndose al hotel afirma que fue construido en 1888 por el irlandés John Dally. En realidad Dally construye la casa a sus expensas entre los años 1882 y 1884 en que compra el solar yermo con unos cuartos de madera y tejas y luego obtiene autorización del ayuntamiento para construir un edificio de dos plantas de cantería y ladrillos. Por lo antes planteado la fundación del hotel ocurre en 1887, fecha en que Lorenzo Zabala compra la propiedad a los hijos de Dally. En 1902 aparece por primera vez el hotel en un directorio.
Dirección: Calzada de Tirry. Uso actual: Torrefactora. Grado de protección: Tercer Grado de Protección.
Fundada en 1830 por el Sr. Dionisio Baquedano, estableciéndose en la calle San Francisco No. 50. En el año 1912 fue trasladad a la Calzada de Tirry No. 10, local en que se mantiene hasta nuestros días. En 1913 fallece su fundador y se crea una sociedad denominada “Hijos de Baquedano y Compañía”. En 1919 queda constituida una nueva denominada “González Baquedano y Compañía”.
Dirección: Isabel Primera e/ Navia y San Isidro. Arquitecto: Julio Sagebien Tavernier. Uso actual: Escuela Primaria “Mártires del Goicuría”. Grado de protección: Primer Grado de Protección.
Para la construcción del cuartel en la barriada de Versalles, fue seleccionado un terreno –donado por Don Eloy Navia-, localizado entre las dos fortificaciones existentes entonces: el Castillo de San Severino y el Fuerte de La Vigía. La nueva instalación constituía un complemento indispensable al gobierno español para cumplir funciones de acantonamiento y de preparación de los hombres, fundamentalmente, llamado a convertirse en uno de los centros militares más importantes de la gobernación colonial en Matanzas. Por disposición de la Real Hacienda se inició la obra en 1828. Las obras continuaron hasta finales de 1830, y poco después, en enero del año siguiente, se recibió una comunicación firmada por el Capitán General de la Isla, Francisco Dionisio Vives, que disponía se le nombrara Cuartel de Santa Cristina, en homenaje a la reina española.La arquitectura del cuartel matancero respondía al tipo clásico de Vauban, técnica militar, apoyada en el criterio de disponer las construcciones civiles de modo que aseguraran un poder de fuego entrecruzado, dinámico y de largo alcance. Desde su inauguración y a través de todo el siglo XIX el edificio recibió varias reconstrucciones. Con el fin de la dominación española en Matanzas, el Cuartel de Santa Cristina inició un nuevo período de su historia centenaria. Décadas que demandarían cambios, no sólo en funciones, sino también estructurales y de denominación. El Regimiento de Massachusetts fue el ocupante del recinto en 1899, donde permaneció hasta inicios del siglo XX. En 1902 adopta el nombre de cuartel “Ignacio Agramonte” y sufre una primera remodelación de inspiración ecléctica que le da un aire de castillo medieval. En 1952 al transformarse en cuartel “Domingo Goicuría” es de nuevo intervenido según un proyecto de corte protorracionalista, fisonomía que, en lo fundamental, mantiene en la actualidad. Dicho inmueble, está asociado a uno de los acontecimientos más importantes de la historia matancera. En él ocurrió el histórico ataque del 29 de abril de 1956, que constituyó el preludio y la fuerza motriz de la sublevación masiva del pueblo matancero contra la tiranía batistiana. Fue convertido en el Centro Escolar Mártires del Goicuría, inaugurado el 29 de abril de 1960 por el Comandante en Jefe Fidel Castro en acto público junto al pueblo matancero. En la plazoleta fue erigido un obelisco en recordación a aquellos jóvenes que entregaron sus vidas por un sueño hecho realidad el primero de enero de 1959. El 29 de abril de 2006 fue develada una tarja con los nombres de los caídos en la acción revolucionaria.
Dirección: Paseo de Martí e/ Unión y Glorieta. Uso actual: Logia. Remodelación, 2010. Grado de protección: Primer Grado de Protección.
Edificio de estilo neoclásico con columnas jónicas adosadas a ambos lados de la puerta principal, con frontón y pretil abalaustrado que rematan la fachada. Todos los vanos mantienen su carpintería original, la puerta principal de dos hojas y detalles de la época. Termina en su parte superior con dos lucetas rectangulares con grabados en el cristal.
Dirección: Milanés No.35 esq. a Callejón de la Sacristía. Uso actual: Tienda “La Atenas de Cuba”. Reconstrucción: 1860. Rehabilitación, 2005: Arq. Onel García Medina. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
En 1821 el escribano Joaquín de la Fuente contrató a José Ramón Cabrera para la fabricación de una casa de mampostería, cantería, teja y azoteas de dos cuerpos en un terreno situado en la plaza de la iglesia. Del edificio original, uno de los más tempranos exponentes de la penetración del Neoclasicismo en Cuba, se conservan sus exteriores. Fue reconstruido hacia 1860. Por la descripción que nos dejara Dolores María de Ximeno y Cruz descendiente del citado de la Fuente en su obra “Aquellos tiempos…Memorias de Lola María”, podemos conocer cómo era una morada de rango de la época y la majestuosidad y lujo de los antiguos palacetes de Matanzas entonces. Entre sus variadas funciones estuvo la salida de ómnibus y oficinas del INIT en el siglo XX. En el año 2005 pasa a la corporación TRD, ejecutándose en ella labores de rehabilitación y refuncionalización, bajo el proyecto del Arq. Onel García Medina y la labor de artistas matanceros.
Dirección: Contreras entre Jovellanos y Ayuntamiento Arquitecto: Pedro Celestino del Pandal. Uso actual: Vivienda. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
Atribuida por Luis González Arestuche y Ramón Recondo al arquitecto Pedro Celestino del Pandal, dada su semejanza con la casa de la calle Contreras esquina a Manzaneda, documentada como obra de éste, llama la atención en ambos ejemplos la pervivencia de soluciones “barrocas” - generalizadas a fines del siglo XVIII y primeras décadas del XIX- en un inmueble construido o remodelado en la segunda mitad de dicha centuria. El reutilizar formas barrocas dentro de una composición neoclásica en esta edificación, es una temprana señal de que el eclecticismo está asomando las orejas en el quehacer arquitectónico cubano del siglo XIX. La puerta del acceso principal, primorosa obra de bronce, procede de la inconclusa casa del acaudalado comerciante Joaquín Madan, situada en la misma calle esquina a Madan.
Dirección: Jovellanos No.36 e/ Medio y Callejón de la Sacristía. Uso actual: Oficina del Historiador, Centro de Promoción Literaria José Jacinto Milanés y Cafetería “El Rápido”. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
Es ésta una de las casas más antiguas de Matanzas. En 1808, Isidro Mirabet compra a José Cabrera un solar que el Cabildo le había mercedado a éste en 1800 y que era parte de la Plaza de la Iglesia. Mirabet tenía sociedad con Ramón Guiteras y hacen separación de bienes en 1811: a Guiteras le corresponde la casa situada en la esquina de la Plaza de la Iglesia y a Mirabet la que linda con la Iglesia. Isidro Mirabet, casado con Catalina Guiteras, configura la vivienda entre 1812 y 1824, lo que explica la atípica distribución de este inmueble. Ubicada en solar privilegiado por su cercanía a la Catedral conserva la escala, los muros lisos, sin aditamentos arquitectónicos, y el alero de tejaroz de las edificaciones tempranas matanceras. En la segunda planta radica la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Dirección: Milanés esq. a Jovellanos. Maestro de obras: José Bartolomé Borrell. Uso actual: Viviendas y Banco Crédito y Comercio. Grado de protección: Primer Grado de Protección
A diferencia de la mayoría de las residencias matanceras, en el palacete construido para Petrona Milián por José Bartolomé Borrell se coloca la puerta de acceso al centro de la fachada principal, tal como es costumbre en las viviendas señoriales habaneras. Dicho inmueble formó una unidad con el contiguo Jovellanos 20. La residencia de la Milián, una de las propietarias de casas e ingenios más pudientes de Matanzas a mediados del siglo XIX, fue uno de los edificios sobresalientes de su época. La planta baja fue refuncionalizada para adaptarla a la tipificada de una institución bancaria en la primera mitad del siglo XX.
Dirección: Milanés 16 e/ Magdalena y Matanzas. Uso actual: Viviendas. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
La familia Ximeno fue una de las más destacadas de la sociedad matancera del siglo XIX. A fines de la anterior centuria José Matías de Ximeno y Uzaola (1762-1839), natural de Bilbao, se estableció en Matanzas y fundó la primera casa dedicada a la importación, exportación y crédito del azúcar, en 1807. A sus gestiones como Síndico Procurador General del Ayuntamiento se debió la habilitación del puerto matancero para el comercio. Su labor fue continuada por su hijo Simón de Ximeno Estévez (1798-1851), casado con Isabel Fuentes y Rodríguez, tía de José Jacinto Milanés y cuya hija Isabel (“Isa”) fue el amor imposible del poeta. José Manuel y Francisco, sus descendientes varones, se distinguieron el primero por sus colecciones de pintura y extraordinaria biblioteca, y el segundo por su fecunda labor científica. José Manuel se casó con la bella Dolores de la Cruz, cuya hija Dolores María de Ximeno y Cruz (1866-1934) fue autora del texto “Aquellos tiempos… Memorias de Lola María”, que constituye un relevante aporte al conocimiento de las costumbres de la ciudad en la segunda mitad del siglo XIX. El inmueble responde al código neoclásico, representativo en la ciudad y el área que ocupa.
Dirección: Medio 93 entre Zaragoza y Manzaneda. Uso actual: Asociación Municipal de Combatientes. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
Inmueble de una sola planta con zaguán a un costado de la fachada en función de acceso y cochera. En la primera crujía la sala, sin aposentos a la calle. El zaguán desembarca a través de arcos lobulados, volados a partir de cornisas adosadas al muro, a la manera de las andaluzas, con frecuencia realzados con las típicas volutas peculiares de las viviendas habaneras en una segunda crujía que hace las veces de comedor abierto al patio por gran arco. El eje de la puerta de entrada, con respecto al patio, es acodado, particularidad solo reconocida en las habaneras de esta familia y sus derivaciones en el occidente del país, lo que las diferencia de las del resto de la Isla.
Dirección: Dos de Mayo e/ Milanés y Contreras. Arquitecto: Mario Bernardo Lenz Díaz. Uso actual: Instituto Preuniversitario “José Luis Dubrocq”. Remodelación 2002-2007. Arquitecto Ramón Recondo Pérez. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
Representativo del eclecticismo. El 12 de junio de 1916 el Presidente de la República Mario García Menocal aprueba la construcción de un edificio en la ciudad de Matanzas para el Instituto Provincial, Centro Escolar “Félix Varela”, oficinas de la Superintendencia Provincial de Escuelas y de la Junta de Educación, a cuyo efecto se concede un crédito de ciento cincuenta mil pesos, en el terreno ocupado por la antigua cárcel, perteneciente al estado cubano. Para dar cumplimiento a este propósito, el 7 de mayo de 1917 se convocó a un concurso en el que resultó premiado el proyecto presentado por el ingeniero E. Martínez, jefe de construcciones civiles y militares de La Habana. La primera piedra fue colocada el 15 de noviembre de 1918 y los trabajos se iniciaron bajo la dirección del contratista Mario Bernardo Lenz Díaz. El terreno escogido se hallaba ubicado en la manzana comprendida entre las calles Dos de Mayo, Milanés y Contreras donde en el pasado existió una cárcel. El Instituto de Matanzas, fue un centro de sólido quehacer cultural. Más de un siglo de vida en ese inmueble ha sido de constante ascenso en el plano académico y revolucionario. En sus aulas recibieron o impartieron conocimientos relevantes personalidades de la intelectualidad cubana, como: Evelio Rodríguez Lendian, Mateo Fiol, Domingo Russinyol, Miguel Garmendía, Carlos M. Trelles, Raúl R. Ruiz, entre otros. De su alumnado se cuentan hoy mártires de la Patria como: José Luís Dubrocq, Enrique Hart Dávalos, Miguel Sandarán Corzo, René Fraga Moreno, Armando Huau Secades y otros.
Dirección: Manzano esq. a Dos de Mayo. Uso actual: Iglesia Los Carmelitas. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
El proyecto data de 1892, concluyéndose el 25 de enero de 1894. Procedentes de La Habana, los padres José Agustín del Sagrado Corazón y Francisco de San José, estuvieron al frente del convento. A finales del siglo XX estuvo al frente de la iglesia y convento el sacerdote Ramón Martín Blázquez de nacionalidad española, quien congregó a cientos de feligreses.
Dirección: Calle Buena Vista e/ Contreras y Milanés. Urbanista: J. B. Forestier. Uso actual: Parque René Fraga. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
Vinculado a la magna obra de la Carretera Central, en 1929 se construye un parque-balcón a la entrada de dicha vía en la ciudad y desde donde se puede observar el paisaje urbano y natural de la misma. Fue diseñado por el famoso urbanista francés J. B. Forestier, quien por esos años se ocupaba del Plan Director de la capital del país. El ingeniero Francisco Ducassi fue el encargado de llevar a cabo la obra que aprovecha el declive para descender en forma de escalonadas terrazas. Es un parque de extraordinario diseño, sabio aprovechamiento del emplazamiento y cuidadosa ejecución. En 1943 se colocó un busto de Bonifacio Byrne y en 1953 se le adicionó un play ground, transformándose en parque deportivo juvenil.
Dirección: Calle Milanés e/ Navarro y Guachinango. Uso actual: Telecentro TV Yumurí y Emisora de Radio 26. Remodelación: 2002. Grado de protección: Segundo Grado de Protección.
En 1884 el Dr. Miguel Garmendía, en aquel entonces profesor de enseñanza privada, se pronunció en el Primer Congreso Pedagógico de Matanzas, de la creación de una Escuela Normal en cada una de las 7 provincias existentes, capaz de organizar la enseñanza. Mediante la ley de 1915, surge la Escuela Normal de Matanzas, que comenzó a funcionar en octubre de 1918.
El aumento progresivo de matrícula y el deterioro del inmueble, fueron la causa de la necesidad de un nuevo local, y para tales efectos fue escogido el edificio de Tello Lamar números 41-43, donde radicó hasta 1947, en que fue construido el local definitivo que ocupó la escuela hasta 1961, respondiendo a los cánones del Movimiento Moderno en la ciudad. Bajo la dirección de la Federación Estudiantil Normalista, los estudiantes participaron en mítines y huelgas que llevaron al cierre del plantel. En ella se graduaron importantes personalidades de la historia de nuestro pueblo, entre las figuras más connotadas sobresale el maestro mártir René Fraga Moreno. Después del triunfo de la revolución fungió como Escuela de Artes y hoy es la sede del Telecentro Yumurí y la emisora Radio 26.
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