Cuando se entra por la puerta principal de la Universidad de Matanzas (UM), a la derecha, destaca una edificación distinta. Llama la atención porque es diferente en varios sentidos, tanto constructivamente, como en lo que allí se investiga y produce.
Fue fundada en 1994 como una pequeña planta piloto y en 1995 como centro de estudios, pero en 2016 el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (Citma) le otorgó la condición de Unidad de Desarrollo e Innovación.
Al recorrer sus locales apreciamos a sus trabajadores en pleno ajetreo dándole mantenimiento anticorrosivo a un auto marca Lada.