Con un llamamiento a la protección de la Madre Tierra, la condena a la criminal devastación capitalista de La Amazonía y el compromiso de ser más cuidadosos del terruño que compartimos, jóvenes creadores se dieron cita en el paseo de la calle Narváez de la ciudad matancera.
Acciones plásticas, danzas con fuego y canciones que claman la compasión al que sufre y el derecho a la vida, propiciaron la voz múltiple de los asistentes y convocaron la espiritualidad, el amor y el cuidado del mundo que compartimos. Una valiosa contribución a la inminente batalla que aún debe librar la humanidad, cuyo destino depende de la acción mancomunada de todos.
Tomado de http://www.tvyumuri.icrt.cu