A pesar de la política de odio y resentimiento contra Cuba instrumentada por el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la industria turística cubana continúa su expansión, y como locomotora económica se encadena y arrastra consigo a otras ramas de la producción y los servicios.
En la red social Twitter, el ministro cubano de Turismo, Manuel Marrero, califica de éxito la apertura parcial del hotel Meliá Internacional Varadero, ubicado en el polo turístico de sol y mar más visitado del país, a 140 kilómetros de La Habana, en la provincia de Matanzas.
El nuevo hotel Internacional de cinco estrellas, en una zona privilegiada de la también conocida internacionalmente como Playa Azul, dispone de 946 habitaciones, varios restaurantes, cafeterías, piscinas y otras instalaciones para el disfrute de los huéspedes.
Recientemente Marrero dio a conocer ante el Parlamento cubano que al término del primer semestre el país antillano disponía de cerca de 73 mil habitaciones, de las cuales poco más de dos mil fueron construidas en 2019, y al finalizar este año se espera sumar otras 4 197, el 97 % de ellas en 26 hoteles y las restantes en calidad de ampliaciones.
Este año se espera la entrada en Cuba de más de 4,3 millones de visitantes, cifra inferior al plan inicial de cinco millones, que se ha visto afectado por las limitaciones ilegales impuestas en Estados Unidos por el Presidente Donald Trump que impiden a los estadounidenses visitar a la Mayor de las Antillas, incluso en cruceros, en contradicción con las libertades que fija la Constitución de La Unión Americana.
Esas arbitrarias medidas del rubio despeinado que usufructúa la Casa Blanca, se suman a otras que recrudecen el bloqueo económico comercial y financiero (embargo) de EE.UU. contra Cuba, vigente desde hace 60 años, el cual ha sido aplicado en extremo por el actual mandatario norteño.
La opinión pública estadounidense se pronuncia en forma creciente en contra de las arbitrarias políticas de su mandatario, que ha permitido la instrumentación de la ilegal Ley Helms-Burton, en afán de asfixiar aún más a las familias cubanas.
Mientras Trump se alía con los elementos más reaccionarios de la mafia anticubana que se asienta en el sur de la Florida, y alardea de los fondos multimillonarios que recibe para su campaña reeleccionista en 2020, decenas de políticos de ese país, incluidos todos los aspirantes a la nominación presidencial por el Partido Demócrata, se han pronunciado en contra de las políticas contra Cuba, en especial del bloqueo, condenado reiteradamente de manera casi unánime por la comunidad internacional en la Asamblea anual de las Naciones Unidas.
Tomado de http://www.tvyumuri.icrt.cu