Un amigo matancero por nacimiento y residente en La Habana, amante de la cultura de Matanzas, me escribió por tener una inquietud que muchos, fundamentalmente vecinos de la Atenas de Cuba, no lo vemos, o no le damos el valor que tiene.
Me cuenta este hombre de los medios de comunicación que cuando escucha los reportes del Teatro Sauto no le agregan su apellido, Monumento Nacional, mérito de gran envergadura que no todas las instituciones pueden lograr.
Además de haber sido proclamado Monumento Nacional el 10 de octubre de 1978, también recibió hace dos años otra condecoración relevante: el Premio de Restauración 2020, que otorga el Consejo Nacional de Patrimonio.
Le tomé prestado a Wikipedia el siguiente párrafo, relacionado con el coliseo yumurino. “El Teatro Sauto abrió en 1863 en la ciudad de Matanzas, Cuba, y desde entonces ha sido un orgulloso símbolo de la ciudad. El teatro presenta en su interior forma de U y consta de 775 asientos, estando cubierto casi por entero con paneles de madera. Posee tres balcones y su primer piso puede elevarse para convertir al auditorium en un salón de baile. La cortina original del teatro es una pintura del Puente de la Concordia que pasa sobre el río Yumurí. El lobby está adornado por estatuas de Mármol de Carrara de diosas griegas y el techo del salón principal está adornado con pinturas de las musas”. Wikipedia en su primer párrafo no hace mención a Monumento Nacional, sería oportuno que quienes actualizan la enciclopedia lo agreguen.
Nuestra enciclopedia Ecured sí lo recoge: “Teatro Sauto. Monumento Nacional. Uno de los coliseos teatrales más relevantes de Cuba, reconocido por los habitantes de Matanzas como un símbolo de la ciudad por su esplendor arquitectónico y la jerarquía de los artistas que han actuado en su escenario”.
Considero oportuna la llamada de atención de mi amigo, que no digo su nombre porque desconozco si lo aprobaría. Mi convocatoria está dirigida a colegas y al que divulgue por los medios que cuando se refieran al Teatro Sauto le agreguen Monumento Nacional.
Mi amigo, matancero ausente, me señala que de no agregar Monumento Nacional las nuevas generaciones de matanceros no sabrán del mérito artístico y cultural de la más importante institución de las artes en Matanzas.
