
Otro canto más para Fidel desde Matanzas
Hay hombres que marcan pautas. Colocan un punto y seguido en un pueblo. Después de ello todo se revoluciona: hojarasca de páginas de los libros de historia, movimiento de las placas tectónicas de la sociedad. No obstante, cuando ellos se marchan dejan detrás de sí el vértigo. Uno se queda como desubicado en tiempo y espacio.
Tal vez como a esos niños que los padres le enseñan que si tararean una canción o hacen ciertos rituales pueden alejar los temores – o los vértigos -, este lunes 25 de noviembre se realizó una gala cultural en homenaje al octavo aniversario de la desaparición física del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz.

Con la presencia de las principales autoridades políticas y gubernamentales de la provincia y una parte del pueblo de Matanzas, varios artistas profesionales y aficionados ofrecieron diferentes muestras de su arte.
No pudo faltar quizás uno de los poemas épicos que mejor retrata la figura del Comandante, Canto a Fidel, de la misma que en la Sala White, décadas antes, ofreció tantos recitales, Carilda Oliver Labra. Este fue declamado por la reconocida actriz Miriam Muñoz.

También participaron niños y jovenes de nuestros diferentes niveles de enseñanza artística. Demostraron quizás con movimientos o notas aún por pulir cómo de a poco sus pequeños espíritus se engrandecen a golpe de ballet, a golpe de canto, a golpe del violín.
A la vez también subieron al escenario los acostumbrados repentistas para colocarle un punto de cubanía a la velada con sus métricas y sus giros léxicos inesperados.

Todos ellos actuaron para quizás de una manera ingenua y tal vez hermosa por eso mismo, por ingenua, para tratar de salvarnos del vértigo después de la desaparición física del Comandante. Y escribo otra vez desaparición física, porque aunque no se encuentre con nosotros en persona, ello no significa que no continúe con nosotros.