EN SALUDO AL ANIVERSARIO DE LA CASA DE LA MEMORIA ESCÉNICA Y FELICITANDO ESPECIALMETE A SU DIRETOR ULISES RODRÍGUEZ FEBLES. Serie: LOS TÍTERES HABLAN. No 32: (((NUEVO)))) CYRANO. Compañía Teatral Los Cuenteros, San Antonio de Los Baños, Artemisa, Cuba. En estos días en los que muchas personas permanecemos en nuestras casas, protegidas ante la amenaza de la COVID 19, TEATRO LA PROA desea continuar llegando hasta nuestros seguidores, amigos y público. Para ello, comparte en las redes las singulares entrevistas realizadas a numerosos “personajes títeres” muy populares en grupos de nuestro país, de la televisión y del mundo y que han sido publicadas en nuestro Boletín digital EL TIMONEL. Acompaña a estas entrevistas una `pequeña reseña de la persona que contestó las preguntas realizadas por nuestro director general Erduyn Maza. De esta manera TEATRO LA PROA y el Boletín EL TIMONEL, rinden un sencillo homenaje a estos creadores, algunas veces anónimos, que ceden todo el protagonismo al títere que animan, diseñan, dirigen o para el cual escribieron.
Cyrano. La energía de un manantial
Por Erduyn Maza Morgado
Hace poco conocí un niño muy especial y valiente. Quedé con deseos de hacerme amigo de este personaje. Cuando lo leí y cuando lo vi en escena me pareció enigmático y con mucho por expresar. Fui a su encuentro y lo convencí para que conversara conmigo y no me equivoqué. Cyrano me regaló una entrevista que me lleva a su mundo, a su historia, a su familia y hoy comparto esas sensaciones con todos ustedes.
EM: ¿Por qué te molesta que tanto que te llamen Cyrano?
C: Porque me están diciendo narizón. Por el Cyrano, que vi en una película. Tirapiedras la vio también y al otro día, empezó a decírmelo. La escuela completa empezó a decirme Cyrano.
EM: ¿Crees que la Madre de agua pueda ayudar a todos aquellos que son diferentes e inconformes con su físico? ¿A todos aquellos que sufren una deformidad o que son abusados por ser diferentes? ¿Dónde más se puede encontrar una Madre de agua?
C: Lo creo, es lo que me dice mi Tío Miguel, y yo creo en él. Siempre me contaba la historia de que en ese pozo vivía la madre de agua, que era una mujer hermosa, tan hermosa, que él se deslumbró con ella, nada más que vio sus ojos. Uno le pide un deseo, y ella te lo concede. Un buen deseo. Por ejemplo, lo de la nariz. Unos le piden aprobar matemáticas. Un niño le pidió que su papá volviera a casa. Claro, la mayoría dice que es un majá inmenso y se traga a los niños. De donde yo soy, vive en un pozo; pero también en los ríos. En los ríos hay más. Uno tiene miedo bañarse en esos ríos, donde hay madre de agua. Ahí se ahogan los niños, desaparecen en el agua. El único que dice lo contrario es mi Tío Miguel, por eso mi papá, le dice que está loco. Por eso mi mamá y mi papá pelean. Un loco, dice papá. Un poeta, dice mamá.
EM: ¿Ves a menudo a ver La Madre de agua? ¿Qué otro deseo te ha cumplido? ¿Cómo es tu relación actual con ella?
C: No. Voy poco al pozo. No me dejan. Ya te lo dije, chico. Lo hago cuando me escapo y me ponen de penitencia. Y hasta nalgadas me han dado. Y yo evitó ir para que no se forme la guerra en mi casa. Es que mi Tío vive con nosotros; pero mi papá no quiere; porque dice que siempre está en las nubes, y me vuelve loco a mi con sus historias alucinadas, que si la madre de agua, que si los rabos de nubes, que si la luna. Le he pedido muchas cosas. Que me dejen levantarme tarde, aprobar la pruebas, tener un caballo y un Nintendo, que más nadie me llame Cyrano, que Laurita se enamore de mí y también Lucía y Julita y la maestra Ernestina; pero para eso tengo que tener la nariz más pequeña y que los niños no se burlen de mi. Cuando me acerco al pozo de agua, le llevo una guayaba. A veces sales y otras no. Pero cuando sale, vuelan las mariposas y las aves. Y florecen las flores. Y le nacen manantiales a la tierra. Dice mi papá, que todo es mentira, que soy como mi tío, narizón y medio loco.
EM: ¿Por qué nuca te defendiste del cazador y le dijiste a tus padres que fuiste tú el que lo liberaste a él?
C: Porque le tenía miedo. A el cazador y a tirapiedras. ¿Nunca has sentido miedo? Eso. Uno siempre tiene miedo, sobre todo a que me llamarán narizón. Ese me duele más que los golpes.
EM: ¿Qué piensas de las personas como el Cazador? ¿Te has tropezado con otros seres como él en el mundo?
C: Esas personas, me asustan; pero después te das cuenta que son cobardes. Son los que secan los ríos, acaban con los peces, cortan los árboles; echan a pelear los perros. Dice mi tío Miguel, que por eso cada vez hay menos animales en el campo y en el río, que los manantiales se van a secar y la gente no tendrá agua, que se acabarán los bosques. Dice mi tío que en el río, había anguilas, biajacas, guabinas, camarones y ya no hay.
EM: ¿Qué admiras de El tío Miguel? ¿Qué heredas de El tío Miguel después de su muerte? C: Mi tío es lo mejor, mi amigo. El que me acompañaba y enseñaba. Me enseñó a montar caballo, a oír el sonido de la tierra, las voces de las plantas y los animales. Me enseñó, por ejemplo, la belleza cada planta, y también para que sirve. Me enseñó que todo viene de la tierra y por eso hay que cuidarla. Un niño siempre necesita a alguien así, que lo proteja, le de fuerzas, ánimo. Mi tío Miguel veía las cosas diferente a los demás, todo para el tenía esperanza. Todo podía solucionarse.
EM: ¿Por qué nunca creyeron tus padres en las historias de El tío Miguel? ¿Qué otras historias hacía el tío Miguel?
C: Porque mi Tío Miguel era diferente a ellos. Contaba las estrellas y sembraba plantas, y se ponía a hablar con la luna. Y le cantaba a la madre de agua. A veces se trepaba en una mata y estaba varios días allí, para comprender a las aves. O se sembraba en la tierra, para ver que sentían las plantas. Vivia en el río, para ayudar a los peces. La gente, especialmente papá, decía que eso no era normal y otras, que era mentira. Por ejemplo, se metía en el centro de los ciclones, para oír la música de la naturaleza. Éramos igualitos: La misma nariz de la familia.
EM: Tu obra fue representada hace poco por el grupo de teatro Los Cuenteros, de San Antonio de los Baños. ¿Cómo fue tu relación con el elenco? Háblame de ellos.
C: Me fue de lo mejor. Somos campesinos, y el campesino tiene ciertas cosas que los une; por ejemplo, la bondad, la sabiduría de la tierra. ¡Que buenos titiriteros son! Son como hormigas, son gente tierna, sensible, alegre. Sentí que vivía, en su arte y también que eran mi familia. Porque también se convirtieron en parientes míos, incluso a algunos les creció la nariz de noche, pero por las mañanas volvían a la normalidad. Fue una experiencia maravillosa. El mundo que se destruye y ellos, creando, sin envidia, sanos como mi tío Miguel. Ahora mismo, que estoy aislado en la finca, y la mayoría esta así, debíamos comprender, que es necesario ser más solidarios, compasivos con los otros. Eso espero. Eso esperaba mi Tío Miguel: un día, cuando sea tarde comprenderán, y comprenderás, que lo importante no es la nariz, sino el corazón. Y eso lo sentí con Los Cuenteros.
EM: ¿Cómo te sentiste siendo un títere de guante? ¿Si no fueras títere de guante en qué otra técnica titiritera te gustaría verte?
C: Títere de guante. Me gusta sentir esa relación de la mano y el corazón del titiritero. Mira, sientes la sangre, los latidos. Sudas y todo, porque la mano, tiene la energía de un árbol, de un manantial, de la madre de agua. Para serte sincero, si alguien vuelve a llevarme a escena, cualquier técnica me sirve, como cualquier nariz, sirve para respirar, como decía mi tío, siempre que me haga sentir bien, para que voy a ponerme en esa. Eso sí, que me comprendan, porque yo tengo mis traumas, mis sueños, mi manera de hablar y sentir, que entiendan lo que pienso de los otros, de la naturaleza, que lo es Todo. Que los titiriteros entiendan que soy un niño, que quiero ser diferente, que la nariz es una metáfora, como dice mi maestra María Luisa. La nariz es muchas cosas, es lo que a veces hace diferente a los ojos de los otros, a muchos niños y por eso los apartan, maltratan y abusan. El mundo está lleno de abusos, ¿lo sabías? Eso me lo dijo también el tío Miguel: La gente es egoísta, ambiciosa, le falta amor. Por eso también somos diferentes, me decía. La nariz, es sólo una parte visible de nuestra cara. 10. ¿Qué le dirías a todas aquellas personas que no creyeron en tu tío, que lo llamaron loco y a todos aquellos que te llamaron por nombretes? Que el mundo en que vivimos es la esencia de todo, que estar vivo y encontrar la belleza en las cosas que te rodean es lo más importante. Hay mucha gente que quiere que sea diferente, porque eso les sirve para destruir, para marginar al otro. Hay gente, que no sueña y si lo hace no defiende ese sueño. A veces es un imposible para los demás; pero para uno tiene que ser una fuerza, una fe tan grande, que rompa todos los obstáculos y llegues al horizonte. Si caminas hacia al horizonte; siempre vas a lograr, lo que nunca alcanzan los que se detienen en los límites. Eso decía mi Tío Miguel, y yo le creo.
ESTA ENTREVISTA SE REALIZÓ EN ABRIL DEL 2020 Y FUE CONTESTADA POR:
Ulises José Rodríguez Febles
Cárdenas, 30 de agosto de 1968. Dramaturgo, investigador y guionista cubano. Licenciado en Español y Literatura. Diplomado en Teatro para niños y de Títeres en el ISA. Dirige la Casa de la Memoria Escénica, el lugar donde se conserva, protege y difunde la memoria escénica matancera (y nacional). Es miembro de la Red iberoamericana de Archivos de las Artes Escénicas. Su primer trabajo fue durante el curso 1991-1992 como subdirector de actividades artísticas de la Escuela Vocacional de Arte (E.V.A.) Alfonso Pérez Isaac. Ingresó en septiembre de 1992 en el Grupo Mirón Cubano como asesor, captado por Albio Paz, hasta que pasa en 1993 a Teatro D’Sur como asesor y actor. En 1993 realiza su debut como actor en el Grupo Papalote con la obra Disfraces y como autor con La ventana tejida en el grupo que dirige Pedro Vera en Unión de Reyes. Ha actuado en las obras: Disfraces (1992) y Convocando a Carilda (1996) con Papalote; La Noche Sucia, Lina Carlos aun te Espera, El Tambor Mágico, Don Juan Tras la Pared, con Teatro D’Sur. Dirigió durante siete años el grupo universitario ACTUS de la Universidad de Matanzas, galardonado en eventos provinciales y nacionales de la FEU, e invitado a tres ediciones de los festivales internacionales de teatro universitario de La Habana. Fue profesor de Historia y Apreciación del Teatro en la Universidad de Matanzas, de Dramaturgia en la Escuela de Instructores de Arte y de Estética, en la Escuela Provincial de Música. Condujo y escribió durante los años 2001-2002, el programa televisivo El Nido de la Lechuza dedicado a las artes escénicas y auspiciado por la UNEAC y la televisión yumurina.
Ha merecido reconocimientos como: Distinción por la Cultura Nacional; Premio de Dramaturgia Virgilio Piñera (2004), Premio Royal Court Theatre de Londres (2004), Nominación al Premio del Gremio de Escritores del Reino Unido (2008), Premio de novela Cirilo Villaverde (2013). Le fue otorgada mención en el Margarita Xirgu, de teatro radiofónico en España. Participó en la Semana de la Dramaturgia: Cuba Real: nuevas piezas cubanas, en Londres, Inglaterra. En abril de 2018 fue merecedor del Premio Nacional de Novela Guillermo Vidal, por la obra Las últimas vacas van a morir. Es miembro de la comisión organizadora del Taller Internacional de Teatro de Títeres de Cuba, también de la Unión Internacional de la Marioneta (Unima), de la Asociación Internacional del Teatro por la Infancia y la Juventud (ASSITEJ), de la UNEAC y de la Asociación de Pedagogos de Cuba. Ha sido galardonado en concursos de teatro para niños y títeres: Cien Obras para un Papalote (1998); José Jacinto Milanés (2000); Dora Alonso (2001) y La Edad de Oro (2012).
Tomado de ECURED