Vivimos una época en que resulta más sencillo dejar una estela detrás de nosotros porque, si antes la invisibilidad nos perseguía, ahora con un post en Instagram o Facebook de a poco creamos una cronología visual de dónde estuvimos, con quién y si éramos felices o no en ese momento.
A las ciudades les ocurre algo similar. Podemos reconstruirlas, día tras día, polvareda tras polvareda, automóvil por automóvil, gracias a la evidencia fotográfica que dejan transeúntes y visitantes tras de sí. Sucede sobre todo cuando es una señorona neoclásica de tres siglos que se divierte al contemplar en su orilla las formas de la espuma al romperse la ola contra sus costas.
Fotos: Raúl Navarro González
Aprovechar esta belleza citadina como fondo, y la tendencia de no irnos de un lugar sin dejar constancia en las redes de que estuvimos ahí, constituye el objetivo del parador fotográfico que se construye en Matanzas, en el área de La Playa, a un costado de la tienda La Sirenita.
Hemos visto este tipo de estructura en otros lares, como Santiago de Cuba o Varadero. Son grandes letras que componen el nombre del sitio y cuya función, además de embellecer el área en que esté enclavada, busca crear una escenografía para que los fotogénicos se retraten y los no tanto engañen a la vista, entre lo bello de la arquitectura y el paisaje de fondo.
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Yenier de Armas Gago, ingeniero civil perteneciente a la mipyme Pa Cuba, me muestra a través de unos planos que el diseño del nuestro será diferente al de otros similares. Las letras conformarán un arco, al emular el puente Sánchez Figueras o de La Plaza, uno de los símbolos de esta urbe de ríos y poetas.
Fotos: Raúl Navarro González
También me explica que la obra ha sufrido retrasos, porque cuando comenzaron su puesta en marcha pensaron que el terreno donde se instalaría era firme; sin embargo no resultó así y debieron cavar cerca de cinco o seis metros hasta encontrar un apoyo sólido. Ahora funden una zapata que les permitirá instalar las letras, cada una de las cuales pesa aproximadamente cinco toneladas.
Para el próximo aniversario 330 de San Carlos y San Severino de Matanzas, se pretende que el parador esté completo. Es decir, la estructura con el nombre de la ciudad, porque el proyecto es mucho más amplio. Alrededor se erigirá una plaza con un pequeño parqueo y áreas de sombra que conectarán con Dino’s Pizza, instalación perteneciente a Palmares, que permitirá disfrutar a aquellos que quieran pasarse por ahí de un momento y espacio para el esparcimiento y el descanso.
El telón del parador fotográfico será la hermosa bahía y una franja de ciudad en la lejanía, gracias a lo cual podrá cualquiera, incluso los del pulso malo para tomar instantáneas, crear una imagen espectacular, como todo lo que tenga a Matanzas como protagonista. Además, esta iniciativa ayudará a visibilizar el poder hipnótico de este hermoso asentamiento entre mares y valles.