
Foto: Archivo.
Desde hace años las Naciones Unidas han designado el 15 de junio como Día contra el Maltrato al Anciano, como se le decía inicialmente, y que, en el transcurso de esta década le han ido denominando Dia Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato a las Personas Mayores.
Un cambio en su convocatoria que consideramos necesaria por ser una temática que va requiriendo visibilizarlo desde el amplio espectro de cuáles son hoy malos tratos hacia los mayores, además de que en ocasiones no están evidentes sino medio escondidos, e inclusive no siempre se hacen de forma mal intencionada, pero que resultan malos tratos, de todas maneras.
Y es que, el envejecimiento hoy se expresa no solo desde el cambio demográfico en el aumento creciente de las personas de 60 años o más, con relación al total de la población de un país, sino también desde un cambio de tipo generacional, al arribar nuevas generaciones de personas mayores con nuevas necesidades y proyectos por desarrollar, tanto en su desarrollo personal como social. En otras palabras, se siente, se piensa y se actúa como tal de manera diferente, por lo que no tener en cuenta esas transformaciones por quienes nos rodean también pueden constituir expresiones de malos tratos, al evaluarnos desde paradigmas muy tradicionalistas.
En ese sentido, la violencia, los malos tratos y las discriminaciones hacia las personas mayores son temas a nivel mundial que reclaman de esa toma de conciencia, y que va desde que los nos atienden consideren por si solos cuales son asuntos de interés o necesidades para los mayores sin preguntarnos, hasta actuaciones de extremos abusos que pueden lacerar procesos de privacidad y de dignidad personal. En cualquiera de estas circunstancias se nos puede llegar a desconocer, ignorar y hasta excluir.
Sabemos que abordar los tratos hacia las personas mayores ya sea en la familia, en los servicios y en la diversidad de modalidades de su atención, siempre pasan por factores o recursos materiales, pero también por factores culturales muy difíciles de desmontar, y que, hasta hoy día, acompañan el proceso de envejecimiento, bajo acciones discriminatorias, edadistas, en ocasiones infantilizadoras y paternalistas.
El edadismo o formas de discriminación por razones de edad se refiere a como nos pensamos, sentimos y actuamos hacia otras personas o hacia nosotros mismos, por razones de edad que no solo acontecen para los que somos mayores sino con discriminaciones para otras edades, aunque para los viejos y las viejas se nos expresan con mayor fuerza, y desde un amplísimo espectro.
Posterior a la pandemia de la Covid 19 la Organización Mundial de la Salud hace un llamado a formar parte de la Campaña Mundial contra el Edadismo, como parte de la denominada Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030) que como propuesta se plantea y cito literalmente “la oportunidad de aunar a los gobiernos, la sociedad civil, los organismos internacionales, los profesionales, las instituciones académicas, los medios de comunicación y el sector privado en torno a diez años de acción concertada, catalizadora y de colaboración para mejorar las vidas de las personas mayores, sus familias y las comunidades en las que viven.”
Son varios sus propósitos dentro de os cuales se encuentra justamente como primera área de acción el poder lograr cambiar la forma en que pensamos, sentimos y actuamos hacia la vejez y el envejecimiento. Y dicho sea de paso hacia la vejez y el envejecimiento, pues no son sinónimos ya que vejez es una etapa del desarrollo de la persona y el envejecimiento es el largo proceso de cambios que acontecen a lo largo de toda la vida, para lo cual también se hace necesario una nueva cultura que nos permita entender y asumir esos cambios y no ir por a vida evadiendo la edad.
Entonces hablar de toma de conciencia del abuso y maltrato a las personas mayores nos lleva a un amplísimo debate del tema. ¿Cuáles son hoy formas de maltrato a los mayores?, ¿Cuáles son las necesidades actuales de este sector poblacional?, ¿En cuales contextos se expresan esos denominados edadismos?
A mi modo de ver, existe una enorme diversidad de contextos donde se expresan actitudes edadistas. Por una parte, los familiares si bien bajo formas más conocidas tradicionalmente de posibles malos tratos y discriminaciones, pero también hoy se incluyen a los contextos laborales dada la cantidad de personas mayores que pasan de la edad de jubilación y continuamos trabajando o para los que son reincorporados, así como el contexto de los medios, donde en ocasiones el mensaje verbal o escrito no resulta coherente con la imagen que lo ilustra, o también en contexto de protección como lo son instrumentos legales en su aplicación o contextos de carácter salubristas relacionado con el trato en áreas y en el personal de salud, y por qué no también en entornos comunitarios aun poco amigables con las personas mayores y que se observan en largas filas de las sedes bancarias, o en complejas vías que no permiten una adecuada movilidad.
Cuba, nuestra cultura, nuestras raíces y nuestros valores son una fortaleza para poder educar en aras de un buen envejecimiento y de nuestra plena inclusión. Contamos con un Programa Nacional Integral en la Atención a las Personas Mayores que coordina el Ministerio de Salud Pública junto a múltiples instituciones vinculadas a nuestra atención, buscando alternativas en medio de tan crítica situación económica, por la que atravesamos.
De nuestra parte, continuaremos en el afán de la creación de la Asociación Cubana de Personas Mayores y siempre estaremos presentes en cualquier evento por el que transite nuestro país, partiendo del hecho que la inclusión de las personas mayores y sus derechos pasa también por la inclusión educativa como lo son nuestras Cátedras Universitarias del Adulto Mayor, y por supuesto, por la inclusión digital hacia un pleno acceso a las tecnologías de la información.
Que sea este día 15 de junio un buen tiempo para reflexionar acerca de cuánto hemos logrado a favor de las personas mayores y cuales son nuestros principales desafios, aun en situaciones económicas adversas.
Este año ha coincidido con el tradicional día dedicado a los padres, en casi del mundo entero pues en muchos países así coincide, entonces nuestro homenaje a los padres que crearon y criaron sus familias, a los que trabajaron muchos años, defendiendo la Patria desde su labor y sus aportes, y que hoy además de ser padres son también abuelos.
Y finalmente, que sea este un día de reflexión acerca de qué significa hablar de maltrato y abuso hacia las personas mayores, de tener en cuenta lo diversos que a su vez somos las personas mayores, muchos requeridos de cuidados extremos, otros de acompañamiento a sus posibles vulnerabilidades y otros requeridos de espacios para continuar desarrollándose, pero todos todos necesitados del cariño y respeto de la sociedad.