Cursar una carrera universitaria entraña desafíos para cualquier estudiante que aspire a convertirse en un buen profesional, pero quienes viven con una discapacidad deben sobreponerse a retos adicionales para cumplir el mismo sueño.
Hacer más llevadero el camino es el propósito del Proyecto ACCESS “Avanzando hacia una educación superior inclusiva y accesible en Cuba, Costa Rica y República Dominicana», con financiamiento de la Unión Europea (UE), cuya conferencia final se realizó esta misma semana en el balneario de Varadero.
En Cuba son cuatro las universidades participantes: la Agraria de La Habana, y las de Matanzas (UM), Ciego de Ávila, y Las Tunas donde, entre otras acciones, se crearon centros de apoyo con tecnología accesible que beneficia a 83 alumnos.
Jóvenes como Mabelys Yakelín Crespo Rodríguez, quien supera cada día los obstáculos que impone su discapacidad físico-motora mientras estudia Derecho en la UM, reciben las bondades del proyecto dirigido a lograr su inserción plena en la vida estudiantil como garantía de un eficiente desempeño profesional.
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A decir de la futura abogada, el impacto de ACCESS puede medirse también en su utilidad para promover la sensibilización de toda la comunidad universitaria, en defensa de una actitud solidaria, valor tan necesario en la sociedad contemporánea.
Crespo Rodríguez es una de los 14 alumnos con discapacidad que recibieron en la UM los beneficios de la iniciativa, financiada por la UE, incluido un acceso más inclusivo a los entornos virtuales de aprendizaje, mediante las tecnologías.
Un aspecto fundamental representa la creación de capacidades, también entre los jefes de carrera para hacer ajustes curriculares no significativos en aras de que cada joven pueda cumplir los programas de estudio y luego comenzar la vida laboral.
El alcance del centro de apoyo de la academia en Matanzas, uno de los 11 creados en los tres países involucrados, se extiende más allá de su entorno físico inmediato, gracias a talleres de replicación con cada una de las facultades municipales.
Como parte de los esfuerzos por generar transformaciones en favor de un entorno más incluyente en el nivel superior, constituye una poderosa herramienta el espacio digital; gracias a los cursos online se multiplica el conocimiento sobre educación inclusiva, tecnologías y creación de documentos accesibles.
ACCESS es solo una entre muchas iniciativas que aspiran a derribar barreras, pero su sostenibilidad en el futuro dependerá del compromiso de todos, alumnos, profesores, empleadores y familiares, para lograr una educación en sintonía con la Agenda 2030: de calidad y equitativa, con oportunidades para todos.