Los imperios se han erigido a base de agresión, conquista, dominación y mentiras. Desde la antigua Roma hasta hoy, con falacias y complots se han justificado guerras, posesiones, ruptura de alianzas y relaciones, magnicidios y vejámenes.
En Washington hay expertos en esas artes de la mentira y la agresión. Algunos llegan hasta a presidentes. Otros intentan dejar sus huellas desde un curul congresional en el Capitolio.